(Archivo/AFP)
(AFP)- Los seis opositores asilados en la residencia de la embajada de Argentina en Venezuela denunciaron este sábado un “escalamiento” del “asedio” por parte de los cuerpos de seguridad venezolanos que ahora incluyen a “francotiradores” ocultos en los alrededores de la sede diplomática.
“Esto ha escalado con la presencia de estos francotiradores con trajes camuflados, con rostros cubiertos, con fusiles de asalto, dotados de mira telescópica y señaladores láser”, dijo en una conferencia de prensa virtual Omar González, uno de los seis colaboradores de la líder opositora María Corina Machado que se encuentra refugiado.
Esto “prende las alarmas y están ocultos” en los alrededores, continuó.
Los opositores, entre los que se encuentra la jefa de campaña de Machado, Magalli Meda, han denunciado varias situaciones de “asedio” desde que se refugiaron en marzo pasado, luego de que las autoridades los vincularan con supuestos planes conspirativos contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
Este último “asedio” comenzó hace tres semanas y, según los opositores, la situación cada vez se complica más.
Actualmente se encuentran “solos”, pues Venezuela rompió relaciones con Argentina luego de que el gobierno de Javier Milei desconociera la reelección de Maduro en julio entre denuncias de fraude, y el personal de mantenimiento tomó “vacaciones colectivas”.
Brasil, entonces, asumió la custodia de la embajada que luego fue revocada por Venezuela. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva dijo no obstante que seguiría defendiendo los intereses de Argentina.
“Aquí no entra nadie sin la autorización de la policía del régimen de Nicolás Maduro, ahora ni siquiera los trabajadores de mantenimiento. Todo esto está por nuestra cuenta, pero lo más grave es que el asedio por parte de esta gente de seguridad (…) que ahora han convertido el vecindario en madrigueras de centros de espionaje y de francotiradores”, dijo González.
El gobierno de Maduro ha negado la situación de asedio, pese a que Argentina ha denunciado también un hostigamiento. Varios países de la región y Estados Unidos han clamado por salvoconductos para los asilados, hasta ahora sin éxito.
En la víspera, el gobierno de Argentina denunció que fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron a un gendarme argentino la semana pasada “sin motivo legítimo” y en “abierta violación de sus derechos fundamentales”, así como a un empleado local de la embajada en Caracas.
Las autoridades venezolanas no se han pronunciado sobre estas detenciones y los asilados tampoco tienen información.
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