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Un gol de Brian White y otros de Caden Clark y Patrick Agyemang, escribieron la historia del juego en el que debutó Miguel Herrera en el banquillo de la tricolor.
El frío y la lluvia fueron más protagonistas que los goles o las emociones en el juego amistoso que disputaron las selecciones de Estados Unidos y Costa Rica en Orlando.
El “Piojo” lució tranquilo y aunque buscó respuestas en el banquillo para evitar irse con las manos vacías a casa, no logró cambiar la historia del juego.
Cuando el reloj marcaba el minuto 20 de la primera parte, fue que se rompió el cero.
Diego Luna filtró un balón directo a los pies de White, quien con un disparo cruzado dentro del área venció con mucha facilidad a Esteban Alvarado.
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Costa Rica tuvo problemas con el transitar del balón.
Los jugadores patrios no podían hacer más de dos pases de pie a pie, lo que fue inquietando al estratega azteca.
Incluso la más clara, fue un remate de Alejandro Bran de larga distancia, que terminó sacando a mano cambiada el guardameta Zack Steffen.
Como se esperaba, la tricolor estuvo lejos de mostrar su mejor versión debido a que los jugadores prácticamente al ser todos nuevos, poco se conocen.
Ya en el cierre, con una “joya” de Caden Clark y otra de Agyemang, los de las barras y las estrellas ampliaron la diferencia y dieron tintes de goleada para dejar tendida a la tricolor en Orlando.
Al final, con una derrota por tres goles de diferencia, Costa Rica inicia un 2025 que será trascendental, ya que estará en disputa un boleto a la Copa del Mundo.
Mientras que para Miguel Herrera este juego marca el inicio de una era, en la que deberá trabajar a marcha para alcanzar los objetivos.
Source
Adrián Mendoza