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Esta es la historia de una mujer normal, pero -sin duda- con la que usted puede llegar a identificarse.
Sirleny Quesada Zamora es una puntarenense de 50 años de edad, quien fue diagnosticada con cáncer de mama en el 2014. Una noticia que la dejó en shock, pero que afrontó con fuerza por su familia y negocio.
Ella es oriunda de Esparza, de la zona de San Jerónimo. Es madre de 3 hijos de 21, 17 y 13 años de edad.
Además, con mucho esfuerzo abrió un emprendimiento. Se trata de una pulpería con la que ha salido adelante a pesar de las dificultades.
Hace una década, cuando tenía 40 años de edad, le encontraron una “pelotita” en el seno derecho durante un control médico en un ebais. Fue en junio de 2014, cuando los doctores le dieron a conocer la impactante noticia.
La esparzana recibió asistencia de la Fundación Nacional de Solidaridad contra el Cáncer de Mama (Fundeso), quienes le ayudaron a obtener atención lo más pronto posible.
A finales de ese mismo mes ya había sido intervenida quirúrgicamente y estaba empezando las sesiones de radiación.
Muchas sesiones de quimioterapia y radioterapia después, doña Sirleny ya se encuentra bien. Además, se realiza controles todos los años para estar atenta a su salud.
“El cáncer fue un proceso largo y tedioso, pero gracias a Dios, hasta el momento todos los controles han salido bien”, reveló.
La noticia del cáncer
“Uno queda como en shock cuando recibe esta noticia“, detalló.
Quesada Zamora considera que fue una revelación “muy fuerte” porque en el momento no sabía como reaccionar. Además, cree que “no hay forma de prepararse ante un aviso así”.
Asimismo, ella dijo que sintió miedo, ya que considera que “no hay ser humano que no relacione el cáncer con la muerte”.
En ese instante que el doctor dice que tienes cáncer, a uno le pasa de todo por la cabeza en un instante. Uno llega a pensar ‘Voy a morir‘ o ‘¿Quién va a ver a mi hijos?‘.
En ese momento, sus hijos tenían 11, 7 y 3 años. Por lo cual, no podía “dejarse vencer” y tenía que luchar por ellos.
“Era como un empuje, una motivación para seguir batallando“, comentó.
Doña Sirleny contó que recibió 6 sesiones de quimioterapia roja, 12 de quimio blanca y 33 de radioterapia. Ella cree que “Gracias a Dios” aún sigue con vida y junto a su familia.
Emprendimiento
Fue en 1999 cuando ella decidió abrir un negocio propio, luego de recibir la liquidación de un antiguo trabajo.
Empezó alquilando un local y 2 años después, hizo los trámites para comprar el terreno.”Gracias Dios ya es mi propiedad”, contó.
La esparzana explicó que la pulpería les ha permitido “comer y pagar recibos” todos estos años. A pesar de las dificultades, han encontrado la forma de salir adelante.
Ella resaltó el apoyo que recibió de su pareja y de su hija mayor, durante el tiempo que estuvo bajo tratamiento. Ya que ellos fueron los que tomaron ese rol de hacerse cargo de la pulpería.
Los primeros meses yo pasaba más en el hospital que en la casa. La reacción de la quimio es algo tan fuerte que uno no tiene ánimo ni para pararse la cama.
El emprendimiento de ellos se llama “Súper Yeudi”, ubicado a 100 metros noroeste de la plaza de San Jerónimo.
Consejos y recomendaciones
“No hay que echar para atrás ni para coger impulso“, considera la emprendedora.
Doña Sirleny cree que contra el cáncer “uno tiene que luchar” y no darse por vencido.
Además, resalta la importancia de hacerse exámenes para detectar una posible enfermedad a tiempo.
Según ella, los doctores le indicaron que “si ella se hubiese quedado quieta y no dice nada”, posiblemente habría tenido un desenlace fatídico.
“A mi me salió ese tumor de un mes para otro, es muy importante revisarse”, sentenció.
La familia
Actualmente su hija mayor ya está en la universidad, mediante una beca que le ayuda a costear los gastos.
Por su parte, el hijo de en medio, este año obtendrá su bachillerato y pronto también empezará la educación superior.
Además, la menor acaba de ganar el primer año del colegio.
“Gracias a Dios los 3 son excelentes estudiantes e hijos”, finalizó.
Source
Daniel Córdoba