El rol de la ciencia y la paz / CRHoy.com / Noticias 24/7 / Periódico Digital

La Ciencia nació en las antiguas civilizaciones de Sumeria, Egipto, India y China.
La Ciencia moderna empezó con autores tales como el inglés Francis Bacon y científicos como el astrónomo Galileo Galilei.
A estas alturas del siglo XXI entendemos por Ciencia un conjunto especializado de conocimientos sistemáticos y comprobables que estudian, analizan y explican los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad humana. Dicho conocimiento se obtiene por medio de la observación objetiva y la experimentación en campos de estudios específicos.
Método científico y libertades:
El método científico es una metodología para obtener conocimientos nuevos en la Ciencia y que consiste en la observación objetiva, la realización de análisis, la medición, la experimentación y la formulación de hipótesis o verdades provisionales. Si las hipótesis se confirman como verdaderas una y otra vez, entonces se convierten en teorías científicas. Sin embargo dichas teorías científicas también son provisionales y siempre están a la espera de que algún científico las confirme como falsas.
Para el filósofo de la Ciencia Karl Popper toda verdad científica es provisional y la actividad del científico consiste en falsear, es decir en desmentir una hipótesis o teoría mediante datos, pruebas o experimentos.
Según Popper la ciencia es una acumulación de afirmaciones falsables que, hasta la fecha, no han sido probadas falsas. Si una teoría no es falsable entonces no es una teoría científica. Puede ser que se trate de una teoría pero no científica.
Para que la Ciencia avance y se vayan falseando hipótesis y teorías es indispensable que existan las libertades de investigación, análisis, experimentación y elaboración de nuevas hipótesis y teorías científicas. Sin dichas libertades no habrá avances científicos.
La paz
Hay muchas definiciones de paz. Una de las más básicas y elementales es que la paz es la ausencia de guerra. Entendiendo como el prusiano Karl Von Klausewitz por guerra “la continuación de la política por medios de violencia física”. En ese caso la paz sería lo opuesto de la guerra.
Desde luego cuando decimos que promovemos el final de las guerras en Ucrania y en el Medio Oriente estamos afirmando indirectamente que pretendemos que cesen las guerras, que finalicen los enfrentamientos armados de violencia física entre seres humanos.
Otros autores van hacia definiciones más sofisticadas y afirman que la paz es algo más que la ausencia de guerra. Y agregan que para que exista una paz duradera debe existir un orden social caracterizado por el desarrollo, la armonía, la libertad, la justicia y la cultura de paz.
Hoy día muchos autores insisten en que el desarrollo debe ser sostenible y también inclusivo.
A mí personalmente siempre me ha parecido necesaria la construcción de una cultura de paz como sostén de una paz duradera. Entendiendo por cultura de paz un conjunto de creencias, valores, instituciones, actitudes y normas de acción que tienden a justificar y a promover y legitimar la paz.
En cuanto a las actitudes propias de una cultura de paz se incluyen: la actitud pluralista, la actitud abierta al diálogo y a la negociación, la actitud no violenta, la actitud respetuosa hacia los otros, la actitud participativa y la actitud concertadora, entre otras.
Entre los valores que caracterizan una cultura de paz destaquemos por ejemplo: el diálogo, la construcción de acuerdos y consensos, la no violencia, la solución pacífica de los conflictos, la prosperidad, la libertad, la justicia y la solidaridad.
Ciencia y Paz
Un país en Paz es bueno para el desarrollo de la Ciencia. Y el desarrollo de la Ciencia puede contribuir a crear y fortalecer un país de Paz. Pero no siempre ha sido así.
La Ciencia es en cierto modo neutral. Es decir que no es en sí ni maligna, ni benigna. Pero eso sí en algunos casos puede ser utilizada al servicio de causas malignas o benignas.
Debemos construir sociedades en las que sea posible el desarrollo de la Ciencia y que la misma sea utilizada a favor de causas benignas como la Paz y la Cultura de Paz.
El peor escenario sería utilizar la Ciencia al servicio de la guerra, de las armas y la utilización de las armas nucleares en una Tercera Guerra Mundial. Entonces el desenlace sería fatal y al final no habría ni paz, ni ciencia ni humanidad.
Como constructores de la paz debemos trabajar diariamente por una cultura de paz que haga posible la coexistencia y el desarrollo mutuo de la Ciencia y de la Paz.

Source
Agencia

Show More

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button