En una noche fría, miles de asistentes esperaban con ansias la llegada del cantante colombiano Camilo. Antes de su aparición, el talento nacional se hizo presente con Mau Madriz, músico de Entrelíneas, quien abrió el espectáculo como telonero. Con un set acústico, conquistó al público con su voz y sus interpretaciones, preparando el ambiente para la gran noche.
El costarricense no dudó en poner la emoción al tope desde el principio, pues su orgullo por haber sido el telonero del concierto lo mostró a cada uno de los asistentes en el Parque Viva, en La Guácima.
Cada rincón del anfiteatro estaba totalmente lleno reflejando la emoción de cientos de niños que esperaban ansiosos al cantante. Con su gira, Nuestro Lugar Feliz, regresaba al país después de 2 años para interpretar sus más grandes éxitos, en una noche que prometía ser inolvidable.
A las 8:00 p. m. en punto, las luces se apagaron, desatando la euforia de “La Tribu” (manera en que el cantante le llama a sus fans), que no paraba de gritar al ver al cantante colombiano.
Con una camisa blanca, pantalón beige, descalzo y sujetando una bandera negra con el logo de su “tribu”, el cantante comenzó su concierto con toda la energía para su público, cantando Bebé. Sin duda, cada uno de los asistentes no paraba de corear esta canción, uno de los mayores éxitos del colombiano.
Junto a su banda, el cantante no dudó en hacer de esta noche una fiesta total en el anfiteatro. us bailes en el escenario desataron la euforia de sus fans.
En un momento del concierto, el colombiano mencionó que, durante la tarde, estuvo probando el sonido del escenario junto a su equipo. Cuando terminaron, tenían bastante hambre, por lo que indicó que, al estar en Costa Rica, tenían que comer gallo pinto. Mientras comían, su pianista comenzó a llorar al recordar a su exnovia, quien le decía “Gallito”. Así que la buscaron en Instagram y descubrieron que tenía un nuevo novio, al que también llamaba “Gallito”. Esa fue la entrada perfecta para que el colombiano comenzara a cantar Gordo.
El concierto se tornó un poco más melancólico cuando el cantante comenzó a interpretar canciones como Mismo aire y Corazón de hojalata. Su tribu no dudó en sacar sus celulares para encender el flash y acompañar al cantante en ese momento.
Autodiagnóstico fue una de las canciones con las que el colombiano comenzó, no sin antes contar la letra de esta pieza tan icónica. Además, demostró que no solo toca la guitarra, sino que también sacó la armónica y enloqueció a sus fans.
El colombiano no dejó de interactuar con su público en todo momento. Incluso se tomó algunos segundos para bajar y cantar junto a los asistentes la canción Tutu.
“Me parece que fue ayer cuando llegué a Costa Rica en 2019 y dije ‘Hola, soy yo’, y este país me recibió increíble”, comentó el artista. También mencionó que sus fans llegaron el sábado al hotel donde se encontraba para pedirle que cantara una canción que él no pensaba interpretar, Medialuna, y sin duda, complació a sus fans.
A las 8:12 p. m., el colombiano no dudó en darle la bienvenida a su esposa y también artista, Evaluna Montaner, quien lo ha acompañado en la mayoría de sus conciertos y forma parte de varias de sus canciones. Juntos interpretaron Plis, desatando la euforia de los fans, que no tardaron en enloquecer con la presencia de Montaner en el escenario.
Los artistas derrocharon todo el amor que pudieron en el escenario. Montaner lució un look completamente negro, y desde el primer momento se notó la energía que transmitía en la tarima.
Una de las canciones que los artistas no podían dejar fuera del repertorio fue Índigo, el tema que dedicaron a su primera hija, quien lleva su mismo nombre.
El cantante colombiano no dudó en terminar este show, que dejó mucha energía y emoción en sus fans, con un “Gracias, Costa Rica”, pues sin duda, este concierto, que forma parte de su gira, ha sido uno de los más esperados por los ticos.
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Source
Camila Castro