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Ver como su hermano moría en sus brazos con apenas 16 años, hizo que la vida de Yustin Vargas cambiara por completo.
Siendo apenas un niño, las drogas y los problemas empezaron a acecharlo en su natal Alajuelita, pero él tenía un sueño y no iba a permitir que esto lo detuviera.
Cada persona tiene que pensar en su futuro y cambiar su destino. A mí muchas veces me ofrecieron droga, incluso llegué a fumar, pero cuando estaba cerca de chocar con pared logré tomar una buena decisión y detenerme.
Hoy el boxeo es su vida y no se arrepiente de todos los sacrificios que ha tenido que hacer por más de siete años para ser un peleador profesional.
Golpe mortal
Siempre supe que yo peleaba, cuando cumplo 16 años, me matan a mi hermano en la calle y pienso que me puede pasar lo mismo.
Es ahí donde me metí en el mundo del boxeo para descargar mi ira sin saber que terminaría siendo una válvula de escape para salir de la situación que vivía.
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Lloró como nunca lo ha hecho, incluso al recordarlo se le quiebra la voz y tiene que hacer una pausa, pero ahora entiende que todo pasa por algo.
“Cuando veo lo que estoy pasando me duele mucho, ya que era mi hermano mayor. Él cantaba y soñaba con que lo conocieran y sobresalir, pero no se pudo.
Quería ser famoso y fue ahí donde yo me dije a mí mismo que debía salir adelante y triunfar y no solo cumplir el sueño de él, sino ahora también el mío”.
Romper estigmas
La realidad de Justin a sus 22 años es muy distinta, ya no es un joven problemático y las peleas en la calle son cosa del pasado.
Los vicios no existen en su vida y ahora solo piensa en ser campeón del mundo en la división de peso completo.
Tras su primera pelea como profesional, misma que ganó, le demostró que algo estaba haciendo bien, ya que fue recibido por más de 200 personas en ese barrio del que solo se hablan malas cosas.
“Todos estaban muy contentos y ver esas caras me motivaron demasiado. Incluso hoy veo niños que se han metido a entrenar boxeo gracias a mí y eso me hace trabajar cada día más duro”.
Actualmente, Justin pertenece al equipo de Mario Vega y Yokasta Valle, tiene cinco victorias como profesional y no dejará de trabajar hasta poder llenar de orgullo a su madre y ocho hermanos.
Source
Adrián Mendoza