Foto: Marco Monge
La Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) alertó sobre el posible colapso de Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y pidió a las autoridades de la institución fortalecerlo.
Esto se hizo a raíz de los resultados de una valoración actuarial que fueron presentados a la Junta Directiva en setiembre de este 2024, según un corte realizado al 31 de octubre de 2022. De hecho, la valoración se presentó porque el órgano auditor lo solicitó desde febrero del presente año.
Según la valoración de los actuarios, hay 3 momentos críticos en la evolución del IVM, que podrían darse en 2035, 2041 y 2047.
Para el 2035 habría insuficiencia de los ingresos con respecto a los gastos, en el 2041 de los ingresos y los intereses producidos por la reserva con respecto a los gastos y ya en el 2047 existiría insuficientes ingresos, intereses y reserva.
Sobre este último año, la Auditoría explicó que es cuando se daría el agotamiento de la reserva, lo cual incluso podría suceder en el 2044 o “aguantar” hasta el 2050. Este sería el escenario si el Estado no paga la deuda que mantiene con la CCSS, que no ha sido honrada.
Es importante resaltar que estos resultados incluyen el impacto de la reforma del régimen que empezó a regir a partir de enero del presente año y asumen el cumplimiento de las obligaciones corrientes del Estado, no así, el pago de la deuda acumulada, explicó Olger Sánchez, auditor interno.
Según un análisis que se realizó en el 2018, el IVM colapsaría en el 2037, es decir, el plazo se extendió 10 años. Para la Auditoría esto es preocupante, ya que las medidas que se han tomado no han tenido un impacto significativo y no son una solución a largo plazo.
Entre estas medidas insuficientes resaltaron la modificación de posibilidades de pensión anticipada, la forma que la que se determina el importe de pensión, entre otras.
Por esto, Sánchez recomienda que las estrategias futuras sean atractivas para los cotizantes, porque con las actuales los beneficios de dichas personas están siendo desmejorados.
¿Y las valoraciones externas?
Otro hecho cuestionado por la Auditoría Interna es que no se han realizado evaluaciones actuariales externas, tanto para el Seguro de Salud como para el IVM, pese a que la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social establece la obligación de contratarlas.
Las valuaciones actuariales externas, tanto para el Seguro de Salud como para el Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), se realizarán cada cuatro años o cuando la Junta Directiva así lo determine. Dichas valuaciones deberán seguir los principios básicos del seguro solidario a ser evaluado, los principios serán determinados por la Dirección Actuarial y Económica (…) Se podrán considerar para contratación, tanto oferentes privados, como organizaciones internacionales especialistas en la materia; todos los oferentes deben estar debidamente acreditados, detalla la ley.
La contratación de las valoraciones actuariales externas son responsabilidad de la Gerencia Médica y de Pensiones. Para Sánchez, por la situación en la que se encuentra el IVM es importante contar con la valuación actuarial externo, para tenerla como insumo adicional para tomar decisiones.
“Por tanto, además de que existe una obligación reglamentaria para que las valuaciones actuariales externas se realicen cada cuatro años, la situación del IVM amerita que se disponga de la información suficiente y competente para la toma de decisiones, siendo este tipo de estudios una oportunidad de disponer de un criterio independiente y objetivo que garantice la transparencia y razonabilidad de los resultados (…)
Esta Auditoria estima importante valorar agilizar las gestiones para que a la brevedad se disponga de una valuación actuarial externa que se constituya en un insumo adicional para el proceso de análisis, diálogo y consenso nacional sobre estrategias que incidan de manera contundente en la Sostenibilidad del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, como el principal fondo de pensiones del país”, dice el informe.
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Ambar Segura