Mujeres venezolanas llegaron a Costa Rica con la promesa de trabajar como creadoras de contenido digital. Sin embargo, detrás del supuesto empleo había una organización criminal transnacional que las explotaba sexualmente. La investigación apunta a una célula del Tren de Aragua, una de las bandas más peligrosas de América Latina, como responsable de este esquema de trata de personas con fines de explotación sexual.
Las víctimas eran recibidas en el país, incomunicadas y amenazadas, obligadas a mantener relaciones sexuales con decenas de hombres para saldar una supuesta deuda de entre $5.000 y $8.000, correspondiente al costo del viaje desde Venezuela.
Prostituidas a la fuerza y controladas por multas
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), las mujeres eran sometidas a un sistema perverso de control: por cada «falta» —como demorar un viaje o no complacer al “cliente”— se les aplicaban “multas” que incrementaban la deuda, impidiéndoles salir del círculo de explotación.
El dinero cobrado por cada servicio —rondando los ₡45.000— era depositado mediante SINPE Móvil directamente a uno de los sospechosos. Se les ofrecía a los clientes el “servicio exprés” o el traslado a domicilio, coordinado a través de páginas web y redes sociales, un modelo replicado en otros países donde opera el Tren de Aragua.
Vigilancia, amenazas y violencia
Cada vez que una mujer era trasladada a una casa u hotel, otro miembro de la organización la acompañaba en el vehículo y esperaba afuera del sitio durante el encuentro, para luego regresarla al lugar donde permanecía cautiva. Las autoridades confirmaron que, además del abuso sexual, las víctimas sufrían maltrato físico, manipulación emocional y aislamiento, sin poder comunicarse con sus familias.
“La estructura criminal estaba perfectamente organizada: unos reclutaban, otros cobraban, otros transportaban y otros vigilaban. Todo giraba en torno al beneficio económico de la banda”, explicó el fiscal Asdrúbal Chacón, del Ministerio Público.
Golpe a la estructura: detenciones en varias provincias
Tras una investigación que se remonta a noviembre de 2024, las autoridades realizaron siete allanamientos simultáneos en San José, Alajuela y Jacó, con el objetivo de desarticular la organización y detener a al menos ocho sospechosos.
Entre los detenidos figuran ciudadanos venezolanos, ecuatorianos y una mujer nicaragüense. El caso, bajo el expediente penal 24-000064-1321-PE, es liderado por la Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas, junto con unidades especializadas del OIJ y la Sección de Homicidios.
La policía costarricense recibió apoyo de Ameripol, la Comunidad de Policías de América, que proporcionó información clave para identificar a los líderes y colaboradores de esta red.
El Tren de Aragua: expansión del crimen organizado en la región
Originado en Venezuela, el Tren de Aragua ha extendido su influencia a varios países de América Latina. Está vinculado a delitos como trata de personas, tráfico de drogas, extorsión, secuestro y asesinatos.
En países como Chile, Colombia, Perú y Ecuador, este grupo ha replicado los mismos métodos de engaño, violencia y explotación. El caso descubierto en Costa Rica refuerza las alertas sobre su presencia activa en la región.
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