Un nuevo golpe al narcotráfico fue asestado por las autoridades costarricenses tras el hallazgo de 45 kilos de cocaína ocultos en falsas malangas, camufladas dentro de un contenedor que tenía como destino final el puerto de Róterdam, en Países Bajos.
El decomiso tuvo lugar en las instalaciones de la Terminal de Contenedores de Moín, en Limón, donde la carga fue sometida a un control exhaustivo como parte de los operativos rutinarios de la Operación Soberanía, iniciativa que refuerza la seguridad en los principales puntos de salida marítima del país.
La malanga: de alimento tradicional a fachada del crimen
La malanga, conocida en algunos lugares como taro o ñame, es un tubérculo de consumo común en Costa Rica. Su aspecto rugoso y tamaño robusto la convierten en un producto frecuente en exportaciones hacia diversos mercados internacionales.
Sin embargo, en esta ocasión, la raíz fue utilizada como disfraz para intentar ocultar sustancias ilícitas, evidenciando una vez más las creativas modalidades que adopta el narcotráfico para burlar los sistemas de seguridad.
Tecnología y vigilancia: claves para frustrar el envío
El cargamento fue interceptado luego de que el escáner de la terminal detectara irregularidades en la densidad de la mercancía, lo que alertó a las autoridades. Al proceder con una revisión manual, los oficiales confirmaron que se trataba de paquetes de cocaína meticulosamente ocultos.
Este decomiso es el cuarto golpe al narcotráfico en lo que va del mes de abril, lo que pone en evidencia la constante actividad de bandas criminales que utilizan contenedores comerciales para trasladar drogas fuera del país.
Operación Soberanía: resultados que marcan la diferencia
Desde su puesta en marcha en julio de 2023, la Operación Soberanía ha logrado frenar la salida de más de 9 toneladas de cocaína, consolidando su papel como uno de los pilares en la lucha contra el crimen organizado en territorio nacional.
