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El Tribunal Penal de la Jurisdicción Especializada en Delincuencia Organizada (JEDO) rechazó la posibilidad de que unos 25 miembros de la peligrosa banda narco “Los Gary/Gery” eviten un juicio al aceptar los cargos, y así consiguieran una sentencia de cárcel más baja.
Este jueves, los abogados defensores de la mayoría de imputados, le informaron a los jueces que gran parte de los sospechosos estaban anuentes a aceptar los hechos que se les acusan a cambio de una pena de prisión reducida, mediante un acuerdo con el Ministerio Público.
A este tipo de negociaciones se le conoce como un procedimiento especial abreviado y están avaladas por la ley. A pesar de la disposición de gran parte de los acusados para someterse a este proceso, los jueces rechazaron la posibilidad.
Bajo la justificación de que esta alternativa debe valorarse antes de un juicio y que ya otros imputados “aceptaron los cargos” y se sometieron a un abreviado, el Tribunal consideró que ya no es oportuno abrir la puerta a esta posibilidad, porque el periodo que establece la ley ya pasó.
Los defensores de la agrupación criminal no comparten esta tesis y, por el contrario, consideran que al no haberse leído la acusación de la Fiscalía, entonces el juicio no ha iniciado formalmente y aún tienen tiempo de abreviar. Por esa razón, presentaron recursos de revocatoria contra la decisión de los jueces.
Durante las últimas audiencias, los juristas han señalado que la razón para no someterse a un procedimiento abreviado antes, es que la primera ‘oferta’ que hizo el Ministerio Público no le interesaba a los miembros de la banda.
Sin embargo, por cambios en los fiscales a cargo, recientes acercamientos y la modificación de otras circunstancias, ahora sí estaban con anuencia a negociar una pena menor, para evitar el juicio que está programado para extenderse por al menos 6 meses.
“De previo a que llegáramos a esta etapa y en la audiencia preliminar, las condiciones que se plantearon no fueron las que llamaron la atención de nuestros representados. En ese caso no hubo una apertura tan grande con respecto a ello, por parte del Ministerio Público.
Las condiciones que se han venido a plantear ahora incluso han sido diferentes y en ese sentido, al haberse transmitido a nuestros representados, han sido aceptadas en principio, por ellos. Hay una contrapropuesta también para que la evalúe el Ministerio Público”, detalló Luis Cubillo, uno de los abogados ayer jueves.
Entre los sujetos dispuestos a negociar una pena reducida, está Gary Campos Barrantes, uno de los cabecillas de la agrupación acusada de narcotráfico, venta de estupefacientes y delitos contra la vida.
A él se suman unas 2 decenas de sospechosos, de apellidos Jiménez Bastos, Córdoba Fallas, Mora Agüero, Fallas Ramírez, Mora Ramírez, Delgado Gamboa, Segura Mejías, Solano Miranda, Cubillo Cordero, Rojas Madrigal, Pérez Cordero, Vargas Cascante, Gómez Flores, Conejo Bonilla, Alvarado Flores, Morales Navarro, Morales Ramírez, Pérez, Sandoval Rodríguez, Loría Solís y Rodríguez Quesada.
CR Hoy conoció mediante fuentes judiciales, que la condena negociada contra los miembros de la banda “Los Gary/Gery”, rondaría entre los 6 y 8 años de cárcel por hechos de narcotráfico, previa autorización de los altos mandos del Ministerio Público y un aval de los jueces. Este embrollo no ha permitido el comienzo formal del juicio.
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Son en total 31 sospechosos que afrontan este proceso. A la agrupación se le acusan de varios delitos, entre homicidios calificados y venta, almacenamiento y transporte de droga, según el Ministerio Público.
La investigación, llevada a cabo por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y a cargo Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada (FAEDO), se remonta al 2018.
Supuestamente, los imputados conformaron una organización criminal se dedicó a adquirir, poseer, traficar, distribuir, preparar, dosificación y comercializar drogas de uso no autorizado a nivel nacional, pero se movían principalmente en puntos de la provincia de Cartago, en el cantón de La Unión, San Pedro de Montes de Oca y hasta en Quepos.
Dentro de la investigación se logró identificar que la corporación criminal tenía jerarquías de mando y distribución de funciones que fueron identificadas por las autoridades.
El cabecilla, un sujeto de apellido Campos que se encontraba privado de libertad en el Centro Penal La Reforma, designó a su hermano como sublíder de la organización criminal, quien a su vez delegaba la ejecución de actos a otros miembros.
La banda mantenía un modelo operativo con una división de zonas de trabajo con un encargado, con un equipo de colaboradores, quienes facilitaban la venta del producto ilegal, para generar ganancias.
Agentes judiciales y la Fiscalía lograron detectar los delitos que cometía la banda gracias a investigaciones, vigilancias y seguimientos, que llevaron a una serie de operativos en la zona, donde lograron las detenciones y el decomiso de evidencia.
Aparentemente, los sospechosos tenían en su poder armas de fuego propiedad de la organización criminal, las cuales eran utilizadas para protección de los puntos de venta y para la ejecución de asesinatos.
Source
José Adelio Murillo