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Este 1 de diciembre no solo marca el inicio oficial de la Navidad. En Costa Rica se conmemora una fecha que cambió el rumbo de la historia del país.
El 1 de diciembre de 1948 Costa Rica abolió el ejército. Hoy se cumplen 76 años de esa gesta que encabezó José Figueres Ferrer, presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República
Figueres Ferrer, en un acto simbólico con el Cuartel Bellavista como telón de fondo, dio unos mazazos y derribó uno de los muros del edificio. Posteriormente, entregó las llaves del Cuartel al entonces Ministro de Educación , Uladislao Gámez Solano, para ser un espacio dedicado al desarrollo de la cultura y promoción de la historia, hoy alberga al Museo Nacional.
Por su parte, la Asamblea Nacional Constituyente de 1949 consagró la decisión de la Junta en el artículo 12 de la nueva Constitución Política, el cual se lee así:
“Se proscribe el Ejército como institución permanente. Para la vigilancia y conservación del orden público, habrá las fuerzas de policía necesarias. Sólo por convenio continental o para la defensa nacional podrán organizarse fuerzas militares; unas y otras estarán siempre subordinadas al poder civil: no podrán deliberar, ni hacer manifestaciones o declaraciones en forma individual o colectiva.”
Cada año, en nivel nacional, se festeja el Día de la la Abolición del Ejército Costarricense, por Decreto Ejecutivo 17357 desde 1986.
Ese decreto destaca los beneficios que trajo esta decisión para el país, entre ellos:
Ha hecho posible que se destinen más recursos públicos al desarrollo del país, especialmente en materia de educación, salud y cultura.
Ha legitimado la vía electoral como único camino de acceso al poder, y ha impedido la formación de un grupo militar capaz de cobrar autonomía e intervenir directamente en el destino de la nación.
Costa Rica, al desarmarse unilateralmente, ha depositado su confianza en las instituciones internacionales y en los mecanismos de defensa de que ellas disponen, siendo los gastos de defensa de Costa Rica mínimos en relación con los ingresos del Estado.
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Carlos Mora