Publicado: julio 5, 2024
La Trágica Historia de Euleen Umaña: Perdón, Crimen y Despedida
Antes de ser víctima de un horrible crimen, Euleen Umaña Arguedas, de 39 años, tuvo una emotiva conversación con su hermana, Ciara Umaña. En sus últimas palabras, Euleen le pidió perdón a su hermana por el estilo de vida que había llevado en los últimos años. «Ciara, te amo y te pido perdón. La calle es muy dura para mí,» dijo Euleen, según relató Ciara.
El 25 de junio, las autoridades encontraron el cuerpo carbonizado de Euleen en el sector conocido como el Quebrador, cerca de la desembocadura del río Barranca en Puntarenas. Aunque el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) espera los resultados de la autopsia, la hermana de Euleen confirmó la identidad del cuerpo por dos tatuajes visibles.
Euleen era recordada por su familia como una mujer talentosa que tocaba más de seis instrumentos musicales. Sin embargo, una adicción la llevó a perder la vida que había construido junto a su esposo y sus dos hijos. Ciara describió cómo su hermana cayó en una profunda adicción tras involucrarse con la persona equivocada, pasando de una vida acomodada a la indigencia.
En su última conversación, Euleen expresó su pesar por no haber cambiado su vida como Ciara esperaba. Ciara recordó: «Ella sabía que yo estaba preocupada por su vida en las calles.» La familia Umaña había sido afectada por la ausencia de su madre y la dedicación de su padre, quien siempre cuidó de Euleen.
El OIJ aún no ha dado declaraciones oficiales sobre el homicidio, pero Ciara reveló detalles del brutal asesinato. «Me dijeron que ella tuvo un problema en el parque marino el domingo temprano, después de eso no se supo más de ella,» dijo Ciara. Según ella, el cuerpo de Euleen fue estrangulado, transportado en una maleta y quemado en el Quebrador.
Tras enterarse de la noticia, Ciara viajó desde Miami para encargarse de los trámites funerarios de su hermana. «Lo que me devolvieron de ella fue un bultico, algo que me impresionó demasiado,» expresó Ciara. Decidió cremar los restos de Euleen y esparcir las cenizas en el mar, en dirección al lugar donde ambas crecieron.
Ciara agradeció el apoyo y cariño recibido de la comunidad porteña. «Mi hermana era un espíritu libre y yo no soy creyente de enterrar a una persona,» concluyó.
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Redacción