UNA Comunica – Pandemia nos enseñó a respetar la naturaleza

“Es vital mantener un sistema de salud público robusto y una población educada, con capacidad crítica para discernir lo correcto de lo incorrecto”.

A cinco años del arribo de la (covid-19) a Costa Rica, la gran lección aprendida a considerar es el respeto constante por la naturaleza, donde quedó en evidencia la fragilidad de la especie humana ante pequeños agentes como virus, bacterias, parásitos y hongos. “Incluso, grandes potencias, se sometieron al poder destructor de un minúsculo virus”, así lo indicó Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA).

Datos recientes del Ministerio de Salud, estiman que, a la fecha, el virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19 ha provocado la muerte de más de nueve mil costarricenses. “Mucha gente murió, y más habrían fallecido, si no fuese porque tuvimos la sapiencia, desde las autoridades de gobierno hasta la persona más humilde, de acatar el criterio científico; pero también con respeto y solidaridad con nuestros semejantes”, mencionó el especialista de la UNA.

Para Romero, otro aspecto digno de resaltar durante la pandemia fue cómo, ante un fenómeno sanitario o climatológico, las personas se vuelven solidarias. Especialmente, demostraron ser respetuosas y obedientes de la normativa vigente en su momento, así como acatar las recomendaciones de la ciencia, lo cual demostró ofrecer la mayor posibilidad de éxito para evitar los efectos negativos de la enfermedad, desde lo individual hasta lo social.

Menos virulento
El epidemiólogo explicó que, a cinco años de la aparición de la pandemia en suelo tico, el coronavirus se ha vuelto una enfermedad menos grave porque el virus ha reducido su virulencia, el cual transcurre mayormente de forma leve, moderada o asintomático; por ello, se podría confundir con una infección respiratoria aguda típica. No obstante, causaría enfermedad grave y hasta eventual muerte, en personas que presentan factores de riesgo y no están vacunadas.

Romero expresó que si bien la producción de vacunas continúa en el mundo, en este momento ya no se aplican de manera masiva porque la naturaleza del virus cambió y la enfermedad se volvió menos grave y letal; sin embargo, debe aplicarse a población en riesgo, de forma similar a como se procede con la influenza estacional.

Gripe aviar en la mira
Romero señaló que afirmar cuál será la próxima pandemia resulta muy riesgoso. Sin embargo, en los últimos meses, el virus de la influenza aviar de alta patogenicidad (H5N1) se ha convertido en un posible candidato. Esta enfermedad ya demostró su capacidad de dar saltos entre especies de aves y de estas a múltiples especies de mamíferos silvestres y domésticos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el período comprendido entre los años 1996 y 2024, 23 países reportaron 887 casos, confirmados por laboratorio, de infección humana con H5N1 de los cuales fallecieron 462 personas (52%). 

“Desde la ciencia debemos seguirle el rastro para llegar a los mejores descubrimientos y, así, cuando la humanidad esté en riesgo, acatemos las recomendaciones científicas, ya que una pequeña mutación o un cambio mínimo en este virus podría ser desastroso, por eso debemos estar atentos”, alertó Romero.


“La invasión e irrespeto a la Madre Tierra, tarde o temprano, cobra un altísimo precio a la humanidad”, Juan José Romero, epidemiólogo UNA.

 

Source
UNA

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