Elaborado por los periodistas O.C-UNA: Johnny Núñez y Randall Hernández
Nahomy Campos Salas se formó en la enseñanza de la matemática en la Universidad Nacional (UNA) y en la actualidad analiza datos sismológicos en el Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) junto al sismólogo Esteban Chaves director del instituto. El pasado 10 de octubre Campos zarpó en el buque científico RV Marcus G. Langseth, como parte de un equipo que, durante 27 días, estudiará la relación entre el agua y los sismos en las placas Coco y Caribe, en el Pacífico costarricense.
“Sé que vamos a desplegar sismómetros y también electromagnetómetros. Aparte de otras funciones, las cuales me serán asignadas una vez iniciemos la travesía marítima”, dijo la investigadora.
Con tan solo 27 años de edad, Campos comentó que su participación en dicha expedición oceanográfica surgió gracias a una invitación, donde se solicitaba el apoyo de estudiantes jóvenes interesados en el área para efectuar un trabajo de campo. Una vez hecho el contacto, poco tiempo después, su asistencia fue confirmada.
La expedición tiene el fin de analizar la distribución de agua en la zona sismogénica (área de contacto entre las placas tectónicas) y dar seguimiento a un experimento realizado en 2023 en la península de Nicoya, liderado por el Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), en colaboración con científicos de varias universidades y el Ovsicori-UNA.
En las profundidades
Marino Protti, científico del Ovsicori, detalló que para la expedición de casi un mes en alta mar se utilizarán sismómetros de fondo oceánico, similares a los usados en tierra, los cuales se dejan caer al mar para registrar los datos del fondo del océano por espacio de un año. Luego se recogen y se extrae la información.
Protti agregó que el resto de los equipos son los instrumentos que se utilizarán para estudiar los perfiles de magnetotelúrica , de inducción de corrientes electromagnéticas en el subsuelo, para la identificación de fluidos. “En el proceso de subducción frente a nuestra costa Pacífica, junto con la litosfera de la placa del Coco y los sedimentos que la cubren, ingresa una gran cantidad de agua bajo el país. Esa agua, en la zona de contacto entre las placas, condiciona el nivel de acoplamiento y el tipo de sismicidad que se produce”, explicó el Dr. Protti.
Samer Naif, del Instituto Tecnológico de Georgia y jefe del proyecto, detalló que la misión oceanográfica tendrá la tarea de capturar imágenes de la estructura de la corteza y el manto en la placa de Cocos, que se extiende por toda la zona frente a las costas de Costa Rica y Nicaragua. “Estamos tratando de entender si hay pequeñas cantidades de magma en el manto profundo, lo cual podría explicar por qué las placas tectónicas aquí se mueven y se subducen tan rápido. Hay montes submarinos por todo el fondo marino en esta zona que muestran que parte del material fundido ha hecho erupción en volcanes en el lecho marino”, explicó Naif.
Resaltó que estos instrumentos emitirán señales naturales y , cuando se recuperen, se procesarán y analizarán los datos, para crear imágenes de cómo es la estructura debajo del suelo, hasta unos 150 o 200 kilómetros bajo el fondo marino. “Un objetivo secundario será entender dónde están ubicados los terremotos en el mar, con el fin de ayudar a mapear esa información, lo cual contribuye a expandir la red sísmica en Costa Rica al tener estaciones en el mar registrando terremotos”.
Se espera tener los primeros resultados a finales de 2026. “Crearemos imágenes de cómo es la estructura del manto, tanto a partir de los datos de sismología como de los electromagnéticos, lo cual nos ayudará a entender qué tipo de rocas hay, las propiedades físicas de esas rocas y si hay material fundido dentro de ellas, en medio de la placa oceánica”, concluyó Naif.
Exploración adicional del fondo marino
Además de los estudios magnetotelúricos, la misión científica del Langseth aprovechará para recolectar datos batimétricos que permitirán caracterizar mejor el relieve del fondo oceánico, los cuales contribuirán al proceso de asignación de nombres oficiales a los rasgos topográficos submarinos, como parte de la iniciativa “Costa Rica Desconocida”, que busca generar y divulgar conocimiento sobre el 92% del territorio nacional ubicado bajo el nivel del mar.
Más información sobre el buque RV Marcus G. Langseth: https://lamont.columbia.edu/research-divisions/marine-large-programs/office-marine-operations/langseth
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Johnny Núnez Zúñiga