Un llamado a la reflexión en tiempos de crisis / CRHoy.com / Noticias 24/7 / Periódico Digital

Cada 8 de marzo, el mundo se une para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los logros alcanzados en la lucha por la igualdad de género, pero que este año, en Costa Rica, se siente especialmente cargada de dolor y urgencia. En un contexto marcado por una alarmante crisis de femicidios, inseguridad y desigualdad, esta conmemoración se convierte en un imperativo moral que nos exige a todas y todos tomar conciencia de la realidad que enfrentamos.

La cifra de femicidios en nuestro país ha alcanzado niveles inaceptables. Cada vida perdida es un recordatorio brutal de que la violencia de género sigue siendo una lacra que nos afecta profundamente. La inseguridad no solo se manifiesta en las calles, sino que también se infiltra en nuestros hogares, donde muchas mujeres se ven obligadas a convivir con el miedo. Este clima de violencia y vulnerabilidad nos lleva a preguntarnos: ¿cómo podemos conmemorar un día que debería ser de celebración, cuando la vida de tantas mujeres está en riesgo?

Además, no podemos dejar de lado la crisis económica que ha golpeado a Costa Rica, que ha dejado a muchas mujeres en situaciones de desempleo y precariedad laboral. La pandemia exacerbó una crisis que ya existía, y las mujeres, que a menudo ocupan los trabajos más vulnerables, han sido las más afectadas. La falta de oportunidades laborales dignas no solo afecta su bienestar económico, sino que también limita su capacidad para tomar decisiones sobre sus vidas y sus cuerpos. En este sentido, la lucha por la igualdad de género se entrelaza con la lucha por la justicia económica.

La crisis en los sistemas de salud y educación también se suma a este panorama desolador. Las mujeres enfrentan barreras significativas para acceder a servicios de salud adecuados, y la educación, que debería ser un pilar fundamental para su empoderamiento, presenta desigualdades que perpetúan ciclos de pobreza y dependencia. La falta de recursos y atención en estos sectores impacta de manera desproporcionada a las mujeres, quienes a menudo asumen el rol de cuidadoras en sus familias.

Entonces, ¿debemos conmemorar el Día Internacional de la Mujer en este contexto? La respuesta es un rotundo sí. Pero esta conmemoración debe ir más allá de simples palabras y actos simbólicos. Debe ser un llamado a la acción, a la reflexión y a la movilización. No podemos permitir que el dolor y la injusticia se conviertan en parte de nuestra rutina. Es momento de exigir cambios concretos y efectivos.

Las mujeres de Costa Rica merecen un entorno seguro, donde puedan vivir sin miedo y con la libertad de desarrollar su potencial. Es responsabilidad de todos, desde el gobierno hasta la sociedad civil, trabajar juntos para erradicar la violencia de género y crear un sistema que garantice la igualdad de oportunidades. Esto implica no solo políticas públicas efectivas, sino también un cambio cultural que desafíe las normas y actitudes que perpetúan la desigualdad.

En este Día Internacional de la Mujer, hagamos un compromiso colectivo. Reflexionemos sobre el papel que cada uno de nosotros juega en la lucha por la igualdad y la justicia. Que esta conmemoración sea un punto de partida para construir un futuro donde cada mujer en Costa Rica pueda vivir con dignidad, seguridad y oportunidades. La crisis que enfrentamos no debe ser una excusa para la inacción, sino un llamado a la solidaridad y la transformación. Juntas y juntos, podemos hacer la diferencia.
[email protected]

Source
Agencia

Show More
Back to top button