En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas desde su regreso al poder, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este martes un ataque frontal contra la organización, cuestionando su efectividad y su propósito fundamental en la resolución de conflictos globales. El mandatario acusó al organismo de inacción mientras él, aseguró, ha puesto fin a siete guerras.
«Siete guerras terminadas y ni una llamada de la ONU»
El núcleo del discurso de Trump fue su autoproclamado éxito como pacificador. El líder republicano enumeró una serie de treguas alcanzadas durante sus primeros meses de mandato en conflictos como los de Kosovo y Serbia, Israel e Irán, y Armenia y Azerbaiyán.
Tras enlistar sus logros, arremetió contra la ONU por su presunta pasividad. «Es una lástima que tuve que hacer estas cosas en lugar de que las hiciera Naciones Unidas. Y tristemente, ni siquiera recibí una llamada telefónica de la ONU ofreciendo ayuda para cerrar los acuerdos», denunció Trump, calificando las acciones del organismo como «palabras vacías» y cartas «con palabras muy fuertes» que nunca tienen seguimiento.
Burlas, un Nobel «solicitado» y una crítica al multilateralismo
Fiel a su estilo, Trump inició su intervención burlándose de problemas técnicos en la sede de la ONU, como un teleprompter dañado y una escalera mecánica en la que dijo haberse quedado atrapado.
Más adelante, afirmó que «todo el mundo» está pidiendo que se le otorgue el Premio Nobel de la Paz por sus logros, aunque inmediatamente matizó que su interés no son los galardones. «Lo que me importa no es ganar premios, sino salvar vidas», aseveró.
La relación del presidente Trump con los organismos multilaterales ha sido un punto polémico de la política exterior estadounidense.
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