
Publicado: marzo 20, 2025
Con valentía y sin reservas, la presentadora Catalina Mendieta compartió un capítulo poco conocido de su vida, revelando cómo, hace 19 años, tomó la difícil decisión de escapar de una relación donde la violencia era parte del día a día.
La exfigura de Repretel, quien actualmente forma parte del canal ¡Opa!, brindó su testimonio en el programa Francamente de Randall Salazar, abordando la difícil realidad que enfrentan muchas mujeres atrapadas en entornos de violencia doméstica.
Mendieta relató cómo, cuando su hija Valeria tenía apenas un año de nacida, decidió poner un “hasta aquí” y huir para protegerse tanto a ella como a su pequeña. La joven ahora tiene 20 años, pero los recuerdos de aquel momento siguen presentes en la memoria de la comunicadora.
“No dormía, era un estrés constante”
Durante la entrevista, Mendieta explicó que, aunque en su momento no sintió que su vida estuviera en peligro inminente, sí vivió episodios de agresiones físicas, insultos y actitudes violentas.
“Viví una situación complicada. Honestamente, nunca pensé que este hombre iba a tomar una pistola y matarme, pero sí hubo una situación de violencia en la que había golpes, palabras hirientes y agresiones constantes”, confesó la presentadora.
Aunque no reveló el nombre de su agresor ni el país en el que se encontraba, aseguró que vivió meses de miedo e incertidumbre mientras planeaba su escape con la ayuda de su madre y un abogado en Costa Rica.
“Metí en una maleta lo que pude para mi hija, un par de jeans, unos tenis y me fui. Por meses preparé la huida con mi abogado y con mi mamá, que era mi única persona de confianza en ese momento. Solo pedía pasar Migración sin problemas”, recordó Mendieta.
El temor de ser detenida antes de llegar a Costa Rica era constante. Sabía que su agresor no le permitiría marcharse con facilidad, pero su determinación de no criar a su hija en un ambiente de violencia fue más fuerte.
“Él me decía que no me iba a ir, que yo me iba a quedar, pero la decisión ya estaba tomada”, relató la presentadora, quien, tras llegar a Costa Rica, se comunicó con su agresor para hacerle saber que no volvería.
Un mensaje de esperanza: “Todos merecemos una vida linda y en paz”
Después de contar su experiencia, Mendieta aprovechó el espacio para enviar un mensaje de apoyo y fortaleza a todas las mujeres que sufren situaciones de violencia en el hogar.
“Si tiene una vía de escape, hágalo. Todos merecemos una vida linda y en paz. Vale la pena luchar por esa libertad”, enfatizó.
Su historia es un recordatorio de que, aunque salir de una relación violenta es difícil, con apoyo y determinación es posible empezar de nuevo.