Lo que prometía ser una enriquecedora experiencia académica en el extranjero terminó en tragedia para Cláudia de Albuquerque Celada, una joven brasileña de 23 años que desarrolló botulismo tras consumir una sopa contaminada durante su estancia en Colorado, Estados Unidos.
Cláudia, conocida cariñosamente como “Cacau” por sus allegados, participaba en un programa de intercambio cuando fue víctima de esta peligrosa enfermedad que la dejó completamente paralizada.
¿Qué es el botulismo y cómo afecta al cuerpo?
El botulismo es una condición médica grave y poco común, causada por la bacteria Clostridium botulinum. Este microorganismo genera una toxina que ataca el sistema nervioso, provocando parálisis muscular progresiva. En el caso de Cláudia, los síntomas comenzaron poco después de ingerir la sopa: visión borrosa, mareos y dificultad para respirar fueron los primeros indicios.
En cuestión de días, su estado se agravó de manera alarmante. El 17 de febrero de 2024, fue ingresada de emergencia en un hospital de Estados Unidos, ya sin movilidad en ninguna parte del cuerpo.
Tratamiento costoso y una carrera contra el tiempo
Durante más de dos meses, Cláudia permaneció hospitalizada en una unidad de cuidados intensivos, conectada a un respirador y sometida a un tratamiento intensivo. La atención médica, aunque esencial para salvar su vida, superó los 2 millones de dólares. Su seguro médico solo cubría una porción del gasto, lo que dejó a la familia con una deuda colosal.
La familia brasileña inició entonces una campaña de recaudación de fondos, buscando apoyo para costear su regreso a casa. Necesitaban cerca de 1 millón de reales para un traslado especializado en ambulancia aérea.
Esperanza en medio del drama
Gracias a la gestión del hospital y al apoyo de la comunidad, Cláudia pudo finalmente ser trasladada de vuelta a Brasil. Aunque aún depende de un respirador para sobrevivir, ha mostrado signos de recuperación: recientemente logró escribir su nombre, un pequeño pero significativo avance que ha devuelto la esperanza a sus familiares.
Los médicos se muestran optimistas sobre su evolución, aunque reconocen que el proceso de recuperación será largo y costoso. Familiares y amigos mantienen viva la fe, confiando en que, con rehabilitación constante, Cláudia podrá recuperar parte de su movilidad.
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