Publicado: junio 27, 2024
El chisme es definido por la Real Academia Española como un “comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”.
Y es que, el algún momento de su vida, usted pudo ser aquel que escuchó un chisme o aquel del que inventaron uno, pero ¿por qué este fenómeno social está relacionado con cosas positivas como quitar el estrés y generar mejores habilidades sociales?.
Este fenómeno social es complejo de entender y mucho más relevante desde el punto de vista social, pues muchos lo han relacionado con el desarrollo personal y hasta evolutivo.
Un primer estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de California, indica que, en promedio, una persona pasa 52 minutos en la actividad. De la misma manera, se demostró que las mujeres tienen más tendencia a los chismes neutrales en comparación con los hombres.
“Los chismosos frecuentes tendían a ser más extrovertidos. Las mujeres participaban en chismes más neutrales que los hombres, y los más jóvenes tendían a chismear negativamente más que las personas mayores”, indicaron.
Por su parte, el “Manual de Oxford de chismes y reputación” indica que el chisme hace parte de la naturaleza humana, pues “adopta la posición de que el chisme es una adaptación evolutiva y que es la herramienta principal para monitorear y gestionar la reputación de los individuos en la sociedad”, puntualizan.
La Universidad italiana de Pavía aseguró que, el cerebro tiende a generar más oxitocina cuando se cuentan chismes o se hablan de los demás, la hormona “del placer” también suele generarse en momentos como besar o abrazar a otra persona.
Según un artículo publicado en la revista Psychoneuroendocrinology, “esta hormona actúa como un neuromodulador en el sistema nervioso central que modela el comportamiento social, los patrones sexuales y la conducta parental”.
El anterior sondeo fue hecho con 22 voluntarios y se observó que, esta influye en la actividad social de las personas, por lo cual se presume que “chismear” también reduce la segregación de cortisol, lo que ayuda a disminuir el estrés.
*Con información de El Tiempo.
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Redacción