El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, decretó este lunes el estado de calamidad por 30 días en todo el país debido a los daños ocasionados por las intensas lluvias, que dejan 13 muertos y casi cinco millones de afectados desde mayo hasta la fecha.
La medida, publicada el lunes en la gaceta oficial, fue aprobada por el gobernante socialdemócrata durante una reunión con el Consejo de ministros y entre otras cosas, restringe algunos derechos constitucionales como el libre tránsito.
Ahora el Congreso -dominado por la oposición derechista- tiene tres días para ratificar, modificar o desaprobar la decisión presidencial.
Si es aprobada, el gobierno dispondrá de recursos económicos sin convocar a licitaciones para enfrentar las emergencias.
El gobierno argumentó que un estudio del instituto local de meteorología determinó un exceso de lluvias en la actual temporada iniciada en mayo, causando saturación de suelos y “daños significativos” en viviendas e infraestructura.
Esas condiciones aumentaron el “riesgo de eventos que puedan afectar los derechos de la población en situación de vulnerabilidad” en este país centroamericano, donde el 59% de los 17,7 millones de habitantes vive en la pobreza.
Con la aprobación del estado de calamidad, se ordena a la estatal Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), a cargo de protección civil, evacuar a las personas que se encuentran en “las regiones afectadas o que estén en peligro”.
Además, la Conred debe implementar “todas las acciones (…) que permitan prevenir, mitigar y atender los daños derivados de los efectos de la temporada de lluvias”.
Según la Conred, en lo que va de la temporada de lluvias -que va de inicios de mayo a noviembre- se llevan registrados en Guatemala 13 fallecidos, cinco heridos, 16.844 evacuados y 4,9 millones de personas afectadas principalmente por inundaciones, derrumbes y deslaves.
También. se reportan desde mayo cinco puentes destruidos y 33 damnificados, así como 439 rutas y casi 7.000 viviendas dañadas.