Imagen con fines ilustrativos
Publicado: diciembre 3, 2024
Aunque la época seca debería haber iniciado a finales de noviembre en Costa Rica, las lluvias persistentes y los fuertes vientos han sorprendido a muchas personas en el país. Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el culpable de este comportamiento inusual es el tercer empuje frío de la temporada, que ha generado lluvias y bajas temperaturas desde el 1 de diciembre.
El impacto del Empuje Frío #3
Este fenómeno meteorológico ha provocado la llegada de una densa capa de nubosidad desde el Mar Caribe, lo que se traduce en lluvias constantes en la Zona Norte y Limón. Estas condiciones también se extienden al Valle Central, donde predominan lloviznas intermitentes y un descenso en las temperaturas.
Aunque la transición a la estación seca implica una reducción significativa de las precipitaciones, no garantiza su ausencia total. En este caso, el empuje frío está alterando el inicio de la temporada con sus efectos sobre el clima.
Además, los vientos se han intensificado notablemente. Según datos del IMN, en el norte y este del Valle Central se registraron ráfagas de entre 35 y 50 kilómetros por hora, mientras que en Guanacaste y las zonas montañosas se alcanzaron velocidades de hasta 90 kilómetros por hora.
El frío y las lluvias: ¿Hasta cuándo seguirán?
Los meteorólogos anticipan que estas condiciones persistirán, especialmente en el Caribe y la Zona Norte, hasta el miércoles 4 de diciembre. En estas regiones se esperan lluvias fuertes, mientras que el Valle Central y el norte de Guanacaste podrían experimentar lloviznas y vientos fuertes.
A partir del jueves, las lluvias y la nubosidad deberían comenzar a disminuir gradualmente, aunque las ráfagas de viento y la ocasional llovizna podrían mantenerse en algunas zonas debido al ingreso de humedad desde el Caribe.
Precauciones para la población
El IMN y otras autoridades hacen un llamado a la población a mantenerse alerta ante posibles riesgos asociados con este clima:
•Inundaciones: Las lluvias podrían saturar alcantarillas y provocar inundaciones en áreas vulnerables.
•Derrumbes y deslizamientos: Las lluvias intensas pueden causar inestabilidad en laderas y terrenos.
•Daños por vientos: Las ráfagas pueden afectar techos, cableados eléctricos y árboles, especialmente en Guanacaste y zonas montañosas.
•Crecida de ríos y quebradas: Es fundamental evitar acercarse a cauces con caudal elevado.
Mientras tanto, las temperaturas actuales han disminuido entre uno y dos grados Celsius, una consecuencia directa de la cobertura nubosa que impide el calentamiento habitual y los vientos que incrementan la sensación de frío.