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Darwin González Hernández, alias “Pancho Villa”, así como el resto de las 13 personas imputadas en uno de los “juicios del año” por conformar una banda que se dedicaba a importar droga para exportación y comercialización, fueron absueltos por el delito de legitimación de capitales.
Es decir, pese a que 11 miembros de la agrupación fueron declarados culpables y autores responsables de delitos relacionados con el tráfico de droga, el Tribunal Penal Especializado en Delincuencia Organizada no los condenó por el supuesto lavado de dinero producto de las ganancias ilícitas.
El Ministerio Público acusó a la organización de utilizar cerca de ₡810 millones en la compra de vehículos, propiedades y otros bienes, para legitimar las ganancias provenientes de la actividad criminal.
En total, la Fiscalía había solicitado imponer un total de 114 años de cárcel por aparente legitimación contra y miembros de toda la banda. De entrada, ya el Ministerio Público había solicitado absolutoria de cinco personas.
La jueza Ana Yancy Umaña quien leyó el fallo, explicó que sí existían indicios muy fuertes de que los imputados tomaron dineros producto del trasiego de cocaína y lograron invertirlo para encubrir su origen.
No obstante, las pruebas aportadas por el Ministerio Público no fueron suficientes para demostrar el delito acusado y la investigación fue sumamente deficiente, lo que no brindó oportunidad a las juezas de imponer un castigo y por ende, los absolvieron por falta de certeza.
Según explicó la juzgadora, el peritaje realizado por un funcionario de apellidos Vargas Hernández en el cual se basó la acusación, fue sumamente cuestionable y no tenía en conclusiones objetivas. En apariencia, el documento incluso contenía errores de suma por elevadas cifras de hasta $500 mil.
El peritaje no logró establecer el capital semilla de los imputados, ni logró separar la cantidad de dinero que recibían los imputados de actividades legales y cuántos venían de negocios ilegales. Vargas Hernández estuvo prácticamente 2 meses en audiencia ante el Tribunal.
Por el contrario, el perito aseguró que los dineros de la organización criminal estaban todos justificados, pese a que una de las modalidades de la legitimación es mantener empresas para mezclar el dinero lícito con ilícito.
El investigador no logró determinar cuáles depósitos se realizaban de forma legal y daba por sentado que todos los dineros eran de origen legal, y nunca se indagó realmente cuál era la procedencia o uso de los recursos.
Inclusive, el Tribunal detectó que hubo documentos contables que no se pasaron al Ministerio Público para indicar si esos ingresos eran una mampara o no. Por toda esa falta de determinación de dónde provenían los recursos, se debió absolver a los imputados.
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Según los hechos contenidos en la acusación leída al inicio del juicio, fueron alrededor de 30 vehículos adquiridos entre motocicletas, automóviles, pick-ups, tractores, maquinaria, remolques y hasta buques.
Unos 5 traspasos de propiedades en diferentes puntos de la Zona Sur, entre compras, ventas y donaciones, también tendrían ligamen a la actividad ilícita.
Por las transacciones legales, los sospechosos habrían conseguido ganancias que superan los ₡267 millones. La fiscal del caso señaló que los acusados tenían interés en adquirir bienes, para ingresar los recursos al sistema financiero nacional, o como se le conoce popularmente, ‘lavar’ el dinero.
Durante la primera intervención de todos los imputados hace 7 meses, ellos debieron dar información sobre el origen de sus recursos y cómo los conseguían.
Darwin González Hernández, empresario señalado, reconoció que obtenía ingresos de entre ₡30 y ₡50 millones mensuales. Justificó que el origen de sus ganancias son por la actividad agrícola.
Manifestó que es afiliado a cooperativas dedicadas a negocios de la palma. Adicionalmente, su abogado señaló que el empresario también se dedica a vender arroz, actividad por la que ingresa entre $60 mil o $70 mil mensuales por cosecha.
Quirós Salazar, otro de los principales acusados, también registra millonarias ganancias: entre ₡40 millones y ₡50 millones mensuales, también justificados con la actividad agrícola.
El acusado de apellidos Méndez Mora identificado con el alias “Palomo”, manifestó tener ingresos entre $15 mil y $30 mil. Aseguró que las ganancias son por venta de vehículos, comercio y ganadería.
Durante la identificación, al inicio del juicio, cada uno del resto de acusados reportaron ingresos mucho menores, que no superan el ₡1,5 millones por mes.
Source
José Adelio Murillo