Ministerio de Hacienda. (CRH).
La situación fiscal de Costa Rica ha mejorado, pero garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas sigue siendo una prioridad.
Así lo advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su estudio económico del país para 2025, dado a conocer este martes, al sugerir la necesidad de implementar la Ley de Empleo Público para reducir la deuda estatal.
El organismo reconoce que, al adherirse a las metas fiscales prudentes establecidas por la regla fiscal -una norma creada por la Asamblea Legislativa en 2018 para limitar el crecimiento del gasto público- el país ha disminuido la relación deuda/PIB.
Señala que se estima que el balance fiscal del Gobierno Central fue de -3,8% en 2024, con un balance primario de 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Esto marca un ligero deterioro respecto a 2023, atribuido a un aumento salarial público retroactivo de 2020 que no se aplicó entonces, debido a la agravada situación fiscal creada por la pandemia, y que finalmente se ejecutó en 2024”, alerta la OCDE.
Menciona que el plan fiscal de mediano plazo establece adecuadamente reducciones graduales continuas en el déficit fiscal del Gobierno Central, en línea con la regla fiscal, con un objetivo de 3,2 % del PIB en 2025
La reducción del déficit se debería principalmente a la moderación salarial del sector público y a la contención de las transferencias a las entidades públicas.
Las proyecciones de la OCDE indican que, si el plan fiscal se implementa plenamente, la relación deuda/PIB disminuirá de manera constante.
Sin embargo, destaca que un factor clave para lograr este resultado es reducir la masa salarial del sector público con el tiempo, lo que requiere una implementación estricta de la Ley de Empleo Público.
También indica que se espera que el gasto en intereses alcance un máximo de 4,8 % del PIB en 2024 y disminuya gradualmente después, en línea con la disminución del stock de deuda pública.
No obstante, las necesidades de gasto adicionales, como las relacionadas con la respuesta a eventos climáticos cada vez más frecuentes, el fortalecimiento de las políticas sociales o la mejora de la infraestructura de transporte y agua, podrían tensar la dinámica de la deuda.
“Mejorar la eficiencia del gasto e incrementar los ingresos fiscales son esenciales para satisfacer estas necesidades de gasto y, al mismo tiempo, mantener la deuda en una trayectoria a la baja. Complementar estos esfuerzos con un ambicioso paquete de reformas estructurales aceleraría la reducción del coeficiente de deuda”, agrega la OCDE.
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Alexánder Ramírez
