Un crimen que conmocionó al Reino Unido
La comunidad de Guisborough, en el noreste de Inglaterra, se estremeció al conocerse los detalles del trágico asesinato de Daniel Hodgson Green, un niño de apenas dos años, a manos de su propia madre. El crimen ocurrió el mismo día en que estaba programada una audiencia judicial para definir la custodia compartida solicitada por el padre del menor. La madre, Carol Hodgson, de 40 años, fue condenada este viernes a cadena perpetua, con una pena mínima de 18 años y cuatro meses.
El asesinato y la escena en casa
El 2 de febrero, Hodgson usó una bolsa plástica para terminar con la vida de su hijo, presuntamente en un intento desesperado por impedir que su ex pareja obtuviera algún tipo de custodia sobre el pequeño. Tras el crimen, intentó suicidarse provocándose heridas en el cuello con un cuchillo de cocina. Fue su madre quien la encontró en estado crítico, junto al cuerpo sin vida del niño, sobre la cama.
Según los informes médicos, Hodgson estuvo cerca de sufrir un paro cardíaco, pero los paramédicos lograron estabilizarla y trasladarla al hospital. A pesar de los esfuerzos por reanimar al niño durante 40 minutos, fue declarado sin vida. “Solo déjenme morir”, les suplicó la mujer a los equipos de emergencia que acudieron al lugar.
Las notas que revelaron su plan
En la vivienda se hallaron múltiples notas escritas por Hodgson, dirigidas a su madre y otros familiares. “No querés ver esto. Solo llama a la policía. Me fui. Lo siento mucho. Te amo”, decía una de las cartas. Otras misivas indicaban que ella creía que la única forma de proteger a su hijo era “llevárselo consigo”, lo que reforzó la tesis de un crimen planificado.
El trasfondo legal y la relación con el padre
El fiscal del caso, Alistair MacDonald, fue enfático en su acusación: la muerte de Daniel no fue un acto impulsivo, sino una acción premeditada y deliberada. Las notas encontradas, así como la coincidencia con la audiencia judicial, reforzaron esta hipótesis.
Desde 2020, el padre del menor, Stefan Green, había estado distanciado de su hijo luego de la separación con Hodgson. Ella se mudó sin informar su nueva dirección, lo que imposibilitó cualquier contacto entre padre e hijo por casi tres años.
En su declaración durante el juicio, Green expresó el profundo dolor que le dejó esta pérdida:
“Él era todo mi mundo. Solía llamarlo mi pequeña estrella. Extraño su risa, tenerlo en mis brazos… Nunca pude ver sus primeros pasos ni escuchar sus primeras palabras. Todo eso me lo arrebataron”, relató conmovido.
Veredicto y condena
El juez Paul Watson describió el caso como uno de los más “espeluznantes y desgarradores” que haya enfrentado en su carrera. “No hay duda de que fue un asesinato premeditado. Deliberadamente mataste a Daniel y luego intentaste quitarte la vida. Solo tú sabes con certeza cuánto tiempo sostuviste esa bolsa sobre su cabeza, esperando que dejara de respirar”, sentenció.
La condena impuesta fue de cadena perpetua, con una pena mínima de 18 años y cuatro meses antes de ser elegible para libertad condicional.
[og_img
