Publicado: noviembre 28, 2024
Eva Prendas, madre de Jean Franco Segura, una de las víctimas fatales del trágico accidente aéreo ocurrido en Pico Blanco, Escazú, ha levantado la voz para exigir justicia y una investigación exhaustiva sobre las circunstancias del siniestro. La madre asegura que las condiciones climáticas en el momento del vuelo eran adversas y que la avioneta nunca debió despegar.
Un llamado a la justicia
Prendas expresó su dolor e indignación al señalar que el vuelo se realizó a pesar de las advertencias climáticas emitidas en el país. «Todos los que estamos sufriendo por esta pérdida queremos una sola palabra: justicia. No puede ser que los mandaran en un vuelo sabiendo que Costa Rica estaba bajo alerta nacional», afirmó.
Según Prendas, el mal tiempo, causado por un frente frío con ráfagas de viento de más de 70 km/h, fue un factor determinante en el accidente. La madre cuestionó la toma de decisiones de la empresa turística y sugirió que herramientas como Windy y el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) podrían haber prevenido esta tragedia.
El contexto del accidente
El pasado lunes 25 de noviembre, la avioneta que transportaba a Jean Franco y otros cinco ocupantes se precipitó en el cerro Pico Blanco. Entre los fallecidos se encuentra Gabriela Calleja, quien brindaba asesorías a la empresa Horizontes, y Jean Franco Segura, quien trabajaba en el área de ventas. La única sobreviviente, Paola Amador, también forma parte del equipo de la compañía.
Un joven apasionado por la vida y el turismo
Jean Franco Segura, graduado en turismo de la Universidad de Costa Rica (UCR), era descrito por sus padres como una persona alegre, deportiva y con un espíritu solidario. Enrique Segura, su padre, recordó con emoción la personalidad vibrante de su hijo, destacando su amor por el ciclismo y la naturaleza.
«Era la persona más dulce que he conocido. Cada fin de semana iba a andar en bicicleta al campo, a la montaña. Ese era su espíritu: amar el deporte y a las personas», comentó Enrique.
El joven estaba entusiasmado por realizar su primer vuelo, una experiencia que esperaba desde hacía tiempo. Según relató su padre, el domingo anterior al accidente lo llevó a Siquirres para iniciar su recorrido. «Me mandó una foto por la mañana, ya iban a Tortuguero. Luego, al mediodía, otra selfie en el avión, feliz. Después, pasó lo que ya sabemos.»
Investigación y responsabilidades
La familia de Jean Franco, junto con los allegados de las demás víctimas, insiste en la importancia de esclarecer lo sucedido y evitar que se repitan tragedias similares. Piden que se evalúe la responsabilidad de la empresa y las decisiones tomadas en torno al vuelo.