En una contundente jugada política para consolidarse como la heredera del oficialismo, la candidata presidencial Laura Fernández anunció este sábado que, de ganar las elecciones, nombrará al actual presidente Rodrigo Chaves como su ministro de la Presidencia y «coordinador de la continuidad». Con esta promesa, Fernández asegura que la «transformación» iniciada por el actual gobierno no se detendrá.
La «vieja política» en la mira: La lista de reformas pendientes
A través de un mensaje en sus redes sociales, Fernández enmarcó su campaña como una lucha directa contra la «vieja clase política», a la que acusó de frenar una serie de proyectos clave para el país.
“Los mismos de siempre nos frenaron las reformas para eliminar las pensiones de lujo, abrir el mercado eléctrico y bajar el precio de la electricidad, construir la Marina y Terminal de Cruceros para Limón, levantar Ciudad Gobierno, y terminar con los cargos vitalicios de los magistrados”, afirmó la candidata.
En este contexto, hizo un llamado directo a los votantes para que le otorguen una mayoría en la Asamblea Legislativa, argumentando que es la única vía para superar los «privilegios» de la «casta política» y concretar las reformas que, según ella, el país necesita.
Chaves como «coordinador de la continuidad»: Una apuesta por el voto rodriguista
La propuesta de incorporar al presidente Chaves en un futuro gabinete es una estrategia sin precedentes, diseñada para asegurar a la base «rodriguista» que su proyecto político tendrá un segundo capítulo. Fernández enfatizó que gobernará con «el mejor equipo, con el equipo de la continuidad».
La figura del Ministro de la Presidencia es una de las más poderosas e influyentes en el Poder Ejecutivo en Costa Rica, encargada de la articulación política con el Congreso.
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