Autoridades investigan un total de 12 personas en el caso de primos asesinados
Un total de 12 personas son investigadas por el asesinato de los primos Jorge Barboza Abarca y Carlos Barboza Chacón.
Este lunes, la Fiscalía Adjunta de Heredia ordenó la detención de 8 sospechosos de participar en el homicidio; sin embargo, ya existían 4 imputados más. Ellos son:
Un sujeto de apellido Palacios, quien se encuentra en prisión preventiva.
Un hombre de apellido Guzmán, que está bajo arresto domiciliario y monitoreo electrónico.
Una mujer de apellido Gutiérrez, quien también está bajo arresto domiciliario y monitoreo electrónico.
Segura Gómez, dueño del bar, quien fue detenido en Nicaragua la semana anterior y actualmente descuenta 6 meses de prisión preventiva.
Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dio detalles de la investigación.
“Las 2 personas que cuentan con medidas (de arresto domiciliario) están con medidas porque ellos estaban antes del homicidio y se van. Y ya cuando se da el homicidio, los llaman presuntamente a colaborar en limpieza y cosas por el estilo. Por eso es que no se les da prisión preventiva, porque no están vinculados directamente al homicidio, pero, con base en lo que se pueda obtener hoy, muy probablemente se vaya a pedir el cambio de medidas, por lo menos a uno de ellos”, explicó Randall Zúñiga, quien amplió sobre el papel de los detenidos este lunes.
“Unos estuvieron activamente en la parte homicida, que fueron como 5 personas, y otros 2 colaboraron con el tema de ir a quemar el carro”, agregó don Randall, quien confirmó que ya ubicaron los restos del vehículo de Carlos.
De acuerdo con las autoridades, las 8 personas detenidas este lunes fueron:
Rodríguez Pastrán
Bravo Díaz
Rodríguez Rivera
Herrera Sandí
Díaz Álvarez
Segura Gómez (hermano de Jean Franco Segura Gómez)
Póstome Téllez
Cerna Villamil
El director del OIJ explicó a CR Hoy que, con los allanamientos realizados este lunes, se cierra el caso.
“Ya se cierra con estos allanamientos (…) Lo que prosigue es que los presenten al juez, que se haga la audiencia como tal y que se les pidan las medidas”, indicó Randall Zúñiga.
Sobre el expediente judicial
El expediente judicial del caso de los primos asesinados en Heredia cuenta con macabros detalles sobre el crimen.
Un hermano de Jean Franco Segura Gómez, el dueño del bar Dude’s dio su declaración ante los agentes del OIJ, semanas atrás.
Según explicó el hombre, a las 4:00 a.m. del viernes 7 de febrero, su esposa lo despertó indicándole que tenía muchas llamadas perdidas de Jean Franco.
Él afirmó que le devolvió la llamada y que su hermano le respondió que “tenía un problema, por lo cual necesitaba que llegara al bar Dude’s, que no le podía decir por teléfono, pero que necesitaba contarle algo urgente”.
Según afirmó el sujeto a través del expediente judicial, inmediatamente después se levantó y tomó un Uber hacia el lugar; sin embargo, afirmó que cuando llegó al establecimiento, notó “mucho desorden”.
“Inmediatamente, noté que había dos cuerpos tirados en el piso. Uno se encontraba cerca de los baños y el otro por la barra. En ese momento no identifiqué de quiénes eran esos cuerpos. Yo vi a mi hermano Jean y le pregunté: ‘¿Qué pasó aquí? ¿Qué hizo?’, y mi hermano me contó que estas dos personas lo habían amenazado de muerte. En ese momento no me dijo los nombres, solo un apodo: ‘Bam Bam’. En el bar se encontraba mi hermano Jean, el de apellido Palacios, el cual es pequeño, de aproximadamente 1.50 metros, moreno, de pelo corto, y la otra persona que me había abierto la puerta. Noté que ellos ya habían echado el polvo de los extintores en todo el bar porque había demasiado polvo, barrieron el bar, sé que botaron una gorra en la basura y también noté que en el piso había un cúter o un cuchillo de color anaranjado. Se encontraba al lado de la barra, entre la barra y el cuerpo que estaba en ese lugar”, indicó el hombre a través del expediente judicial.
El hermano de Jean Franco Segura Gómez, explicó ante el OIJ cómo fue que se dio el movimiento de los cuerpos. Incluso, comentó que tenía “mucho miedo” de que su hermano también lo matara.
“Entre los 3 pusieron los 2 cuerpos en un congelador blanco, el cual se encontraba al lado de la cocina y de las gradas que bajan al sótano, y le pusieron muchas cajas de cerveza encima. En ese momento el bar estaba muy desordenado, se veía el piso mojado y botellas tiradas, sillas y mesas. Yo le pedí el baño a mi hermano, pero él me dijo que no se podía usar porque estaba muy malo, y yo no quise preguntarle más. Sinceramente tenía mucho miedo de que mi hermano también me matara a mí”, declaró el hombre a través del expediente.
En el documento se revela, además, que minutos después los hermanos salieron juntos. Jean se fue para la casa de su madre y el otro se fue a su vivienda.
“Yo le dije a mi hermano Jean que me iría porque no podía ver esto, por lo que él me dijo que ya estaban terminando para que nos fuéramos juntos. En ese momento yo me fumé un puro de marihuana y me tomé dos cervezas, esto en virtud de que me encontraba muy nervioso. Cuando salimos del bar, yo noté que estaban muy tranquilos y con mucha paz. Mi hermano pidió un Uber y nos fuimos de ese lugar con destino primero al Bajo de los Molinos y después a Mercedes Norte, y los otros dos se fueron en un Uber aparte. Yo me fui a mi casa y Jean se fue a la casa de mi madre”, indicó.
El día de la construcción de la fosa
El hermano del dueño del bar indicó a través del expediente que Jean Franco le contó que quería “arreglar los baños y el sótano”, así que él se contactó con un hombre que se dedica a hacer construcciones.
“El sábado 8 de febrero en la mañana, mi hermano Jean me llamó y me pidió que llevara una pala al bar, por lo cual fui y se la entregué a Palacios. En el bar ya estaba José (el hombre que se dedica a hacer construcciones), el cual fue al sótano a realizar el trabajo, y me contó que ese día Jean le pidió que realizara un hueco en el sótano. Incluso dijo que otras personas le ayudaron a hacerlo debido a que Jean tenía mucha prisa; sin embargo, José me dijo que no quería seguir con el trabajo porque había sentido una muy mala vibra en el lugar y pensaba que algo malo estaba pasando.
Yo, después del sábado, no volví a ir al bar. Quiero aclarar que el bar es de mi hermano, quien lo adquirió hace aproximadamente un mes. No sé cómo lo adquirió ni de dónde sacó el dinero, solamente me comentó que a él le debían una plata y que le habían pagado con unos kilos y le estaba dando vuelta al dinero, moviendo los kilos”, indica la declaración del hermano.
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Rebeca Ballestero