‘La persona que vivirá 150 años ya nació’: Genetista de Harvard anticipa avances cientificos en longevidad – NCR Noticias

La idea de vivir 150 años puede sonar como una exageración salida de la ciencia ficción. Sin embargo, para el doctor David Sinclair, reconocido genetista de la Universidad de Harvard, este futuro está mucho más cerca de lo que imaginamos. Según sus recientes declaraciones, la persona que alcanzará esa edad ya habría nacido, y la clave está en un nuevo enfoque de la biotecnología: la reprogramación epigenética.

Sinclair compartió su visión en una entrevista con el pódcast «Moonshots», donde no dudó en afirmar que en menos de una década podríamos contar con tratamientos capaces de revertir el envejecimiento, mediante técnicas que restauran el funcionamiento de las células a niveles comparables con los de la juventud. “Lo que se viene es una pastilla que podrías tomar varias veces por semana, durante un mes, y notar cómo tu cuerpo rejuvenece”, explicó.

Este tipo de declaraciones podrían parecer exageradas, pero tienen respaldo en años de investigación avanzada. En el laboratorio de Sinclair, ubicado en Boston, ya se han probado estos tratamientos en ratones con resultados sorprendentes: no solo lograron revertir signos de envejecimiento, sino que también consiguieron regenerar tejidos dañados, como el de los nervios ópticos. En estudios con primates, lograron una recuperación de hasta un 95% en daños neurológicos, algo nunca antes visto en el campo de la biotecnología regenerativa.

El principio detrás de estos avances es la “reprogramación epigenética”, una técnica que permite restaurar el “reloj biológico” de las células. Esto se logra activando genes dormidos que tienen la capacidad de reparar tejidos y devolver funciones perdidas con la edad. Es, en palabras simples, como darle al cuerpo un reinicio celular.

Aunque los resultados en animales son alentadores, el próximo paso será crucial: pruebas en seres humanos. El equipo de Sinclair ya proyecta iniciar ensayos clínicos en 2026, comenzando con personas que sufren enfermedades oculares degenerativas. El objetivo es validar la seguridad y eficacia de estos tratamientos antes de escalar a aplicaciones más amplias.

Pero eso no es todo. El científico también anticipa que, hacia el 2035, podríamos contar con un medicamento de bajo costo y alcance global. Este tratamiento, según él, estaría potenciado por inteligencia artificial, lo que aceleraría el análisis de datos genéticos y permitiría personalizar terapias para cada individuo.

¿Qué implicaría esto para Costa Rica y el mundo?

En un país como el nuestro, donde el envejecimiento poblacional es una realidad cada vez más marcada, avances como estos podrían cambiar radicalmente la calidad de vida de miles de personas mayores. Costa Rica, que ha sido reconocida por su cobertura en salud pública y su alta esperanza de vida, tendría una oportunidad histórica de integrar estos desarrollos en su sistema de salud, especialmente si se cumplen las proyecciones de que los tratamientos serían accesibles económicamente.

Sin embargo, también se abren debates éticos, sociales y económicos. ¿Quién tendría acceso primero a estos tratamientos? ¿Estamos preparados como sociedad para convivir con generaciones que podrían vivir más de un siglo? ¿Qué significará esto para los sistemas de pensiones, el empleo o el medio ambiente?

La ciencia avanza con pasos cada vez más firmes, pero el futuro dependerá no solo de lo que los laboratorios logren, sino también de cómo la humanidad decida utilizar —o no— ese conocimiento. Por ahora, lo único seguro es que la conversación sobre la longevidad apenas está comenzando, y Costa Rica no puede quedarse fuera de ella.

 

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