La pausa que le abrió los ojos a Naomy Valle en el boxeo

8 años en el boxeo, madrugadas, entrenamientos y sacrificios constantes, han convertido ahora a Naomy Valle en campeona mundial juvenil.
El pasado fin de semana, en Playa del Carmen, México, se llenó de orgullo al ver cómo levantaban su mano en el centro de un ring en señal de victoria.
Fue ahí donde se dio cuenta de que la decisión que tomó, de haber perseguido un sueño años atrás, valió la pena.
Inicio, críticas y voces de “no lo haga”
Naomy comenzó en el boxeo con apenas 12 años. Cumplió su ciclo en los Juegos Nacionales, donde ganó en tres ediciones consecutivas, convirtiéndose en una de las mejores atletas del país en esta categoría.
Fue ahí donde empezó a escuchar muchas veces la temida frase: “No lo haga”. Sin embargo, nada de eso la detuvo.
“Los comentarios negativos e incluso esa frase de ‘no va a poder’ siempre han estado, pero honestamente no me han afectado. Siempre, en la vida, nos vamos a encontrar con personas que no quieren vernos triunfar, pero más bien yo me motivo y me enfoco en demostrarles que sí puedo.”
Pese a que la convicción en ser boxeadora estaba al 100%, hubo momentos de duda, y eso la llevó a dejar los guantes y alejarse del ring por todo un año.
Fue cuando terminó el colegio que tuvo un “descanso”, el cual más bien le terminó marcando el camino.
“Al principio, el boxeo para mí era un hobby, y no sabía si eso era lo que yo quería para mi vida. Me di una pausa para definir y ver qué era lo que realmente quería. Y sin pensarlo, esa pausa terminó siendo el peor de los sufrimientos porque todos los días sentía que algo me faltaba y no me sentía conforme conmigo misma.
Fue ahí donde me di cuenta de que debía seguir mi sueño en el boxeo.”
Lágrimas y un abrazo de satisfacción

El sábado en Playa del Carmen, finalmente dio un primer paso que la acerca a la gloria boxística.
En ese momento, donde escuchó su nombre y la dieron como ganadora, fue cuando todos los sentimientos que guardó por semanas, meses y años, quedaron a flor de piel.
En una entrevista a pie de ring, no pudo contener las lágrimas, ya que vio materializada una promesa que le hizo su promotor Mario Vega años atrás, de que cuando tuviera 20 años sería campeona mundial.
Pero eso no fue todo, ya que con el título en sus manos, su hermana Yokasta fue de las primeras con las que pudo hablar.
“Lo logramos” fue lo primero que les dijo, para luego agradecerles a ambos todas las puertas que le han ido abriendo en el camino.
Ahora, como campeona mundial juvenil, Naomy tendrá que defender su cinturón cada cuatro meses. Sin embargo, su meta es aún más grande: ser campeona absoluta peleando en un gran escenario como Las Vegas.

Source
Adrián Mendoza

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