Los iraníes oscilaban el domingo entre el miedo a una escalada y el orgullo por las capacidades militares de su país, tras el ataque lanzado el sábado por la República Islámica contra Israel.
El ataque con drones y misiles, apuntó contra dos centros militares que sirvieron para lanzar un bombardeo contra el consulado iraní en Damasco el 1 de abril.
La República Islámica acusó a Israel del ataque, en el que murieron siete Guardianes de la Revolución, dos de ellos generales de la Fuerza Quds, su brazo de operaciones exteriores.
En Teherán, algunos iraníes expresaban orgullo y alegría por el primer ataque lanzado por Irán desde su territorio contra Israel y otros temían que escalada bélica imparable entre los dos países que polarizan las tensiones en la región.
Milad, un profesor que prefirió no dar su apellido, espera que “el conflicto no continúe”, porque provocaría, según él, “una guerra destructiva” tanto para Israel como para Irán.
“Aún no hemos reconstruido completamente las ruinas de la guerra Irán-Irak [1980-1988] en el suroeste del país”, subraya el hombre, de 46 años. “La guerra no es una broma”, añade.
Las autoridades iraníes, incluido el líder Supremo, el ayatolá Ali Jamenei, habían amenazado en repetidas ocasiones con responder al bombardeo contra su consulado en la capital siria.
Jafari, un empleado del sistema judicial que tampoco quiso dar su apellido, considera “normal” preocuparse por la situación actual, “sobre todo del punto de vista económico”, y cita el el temor a una depreciación del rial iraní.
Cientos de personas se congregaron en la Plaza de Palestina de de Teherán, en el centro de la capital, poco después de que la Guardia Revolucionaria, anunciara el inicio de la Operación “Promesa Honesta” contra Israel.
Los habitantes celebraron los ataques iraníes coreando “Muerte a Israel” y “Muerte a Estados Unidos”, dos eslóganes muy presentes en el país desde la Revolución Islámica de 1979.
Los manifestantes agitaron banderas iraníes y del movimiento libanés Hezbolá, respaldado por Irán, así como retratos del general Qassem Soleimani, el arquitecto de las operaciones militares iraníes en Oriente Medio, quien murió en enero de 2020 en un bombardeo estadounidense en Irak.
Varios dirigentes militares iraníes fueron abatidos en Siria desde el inicio de la guerra a inicios d eoctubre entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Guerra, en ataques atribuidos a Israel.
El ataque que destruyó el consulado iraní en Siria el 1 de abril mató entre otros a Mohammad Reza Zahedi y Mohammad Hadi Haji Rahimi, dos comandantes de la Fuerza Quds, el brazo de los Guardianes de la Revolución que se centra en las operaciones exteriores de Irán.
“Nos sentimos sumamente felices por esta acción de los Guardianes y, de hecho, nos sentimos mejor” hoy, declaró Ali Erfanian, un funcionario jubilado de 65 ans.
“Hemos ayudado así a la población oprimida de Gaza y Cisjordania ocupada” tras seis meses de guerra en el estrecho y asediado territorio palestino, añadió.
“Había tristeza y enojo en nuestros corazones, y siempre esperábamos esta venganza y que los israelíes sean castigados por su brutalidad”, afirmó Mahdi, un apicultor de 35 años.