Fundación en Sarapiquí que atiene a 350 niños quedó seriamente afectada tras inundaciones

Debido a las inundaciones que afectaron gran cantidad de comunidades en el cantón de Sarapiquí, las instalaciones de la fundación Construyendo Sonrisas quedaron muy dañadas y ahora tratan de recuperar las condiciones que tenían antes para poder atender a los 350 niños que normalmente acogen.
El Salón de Aprendizaje y Crecimiento (SAC) de la fundación se vio muy perjudicado debido a las fuertes lluvias que generaron el desbordamiento de ríos y el colapso del sistema de alcantarillado en la zona.
La gran cantidad de agua que cayó ocasionó que las viviendas de la zona se anegaran, situación que también pasó con el recinto de esta fundación.
En cuanto a nuestras instalaciones que son de dos plantas, toda la parte de abajo está revuelto, perdido y estamos buscando restaurar, de hecho no tenemos suficientes sillas en el comedor, mesas y demás, porque parte de eso se lo llevó la lluvia, entonces la escuela de la comunidad nos ha prestado algunas para que por lo menos lleguen niños, se siente un ratito, coma, y vuelva a rotar el otro grupo, contó la directora de la fundación, Margie Villagra.
Pese a que gran cantidad de familias están pasando por esta misma situación, Villagra -que está a la cabeza de este proyecto-, que lleva 14 años de existir, resalta el compromiso de los padres de los niños que son atendidos.
Según detalló, pese al trabajo que tiene que hacer cada familia por restaurar sus viviendas, también han sido solidarios con la fundación y llegan a las instalaciones para ver en que pueden ayudar.
Cuando hay una emergencia hay una combinación muy delicada de emociones, porque las familias también lo perdieron todo en sus casas y literalmente salen a servir por el bien de otros niños, aún y cuando en la casa tienen todo revuelto, lleno de barro, no tienen ni ropa y están viendo cómo resolver, resaltó.

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Fea experiencia
Margie apunta que esta situación es de las cosas más complicadas y desafiantes a las que han tenido que hacerle frente en 11 años que llevan de operar en Sarapiquí.
Ha sido de las experiencias más feas, porque tenemos 11 años de conocer a estas familias y cualquier logro que consigan lo celebramos, entonces desde las 2:00 a.m, las familias llegaron para ayudar a levantar las cosas y subirlas al segundo piso, porque si no las pérdidas habrían sido catastróficas, las familias también intentaron subir sus cositas.
Algunos se resistían a irse porque tal vez pensaban que iba a pasar como otras veces, pero fue una magnitud mayor de lo normal, expresó.
Tras poco más de una semana desde que se dio el peor momento de las inundaciones, hoy en día la comunidad trata de salir adelante y con mucha esperanza se esfuerzan por recuperarse de la difícil situación.
Ahorita estamos entre todos levantándonos, creo que lo único que no se ha perdido es la esperanza, pero de ahí en adelante creo que todas estas familias no estaban listas para un empuje frío tan fuerte como el que nos afectó, señaló.
Alimentación para los niños
Pese a la afectación que tuvieron en sus instalaciones, hoy en día la fundación está haciendo el esfuerzo por brindarle un plato de comida a unos 150 niños de los que ellos normalmente atienden.
Eso sí, normalmente en el SAC los pequeños reciben múltiples atenciones como apoyo educativo, servicio de odontología, psicología, así como clases de calistenia para que se puedan ejercitar.
Hace una semana nuestras familias lo perdieron todo, y cuando digo todo es porque de verdad perdieron todo, ahorita no tienen ni dónde cocinar, nosotros les estamos ayudando con alimentación, por el momento estamos logrando sacar un tiempo de comida, que es para lo que nos está alcanzando, estamos alimentando entre 100 y 150 niños, lastimosamente por el momento no nos alcanza para darle a los padres, detalló.

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Afectación
La directora precisó que debido a la inundación que tuvieron en las instalaciones, únicamente están brindándole alimentos a los niños, pero de ahí en fuera no están pudiendo realizar los servicios habituales.
Tenemos totalmente cancelado todo, ahorita no tenemos las condiciones para recibir a los niños, la silla odontológica incluso la tarjeta madre la están revisando, la sala de psicología no está en buenas condiciones, los encargados de tutorías no tienen las sillas para operar, lo del taller de cocina no está acomodado, con lo único que estamos ahorita es con darles ropa, el comedor para darles un tiempo de comida.
Estamos haciendo un recuento de las urgencias para ir viendo cómo nos levantamos para volver a operar, precisó.
Meta para el 2025
Aunque se encuentran haciéndole frente a este difícil momento que se dio por aspectos climáticos, la fundación se plantea el objetivo de habilitar un comedor para darle alimentación a los niños.
La meta de este año que viene es tener un comedor permanente, tal vez no para todos los días, pero tal vez empezar con los fines de semana para que los chicos tengan esa tranquilidad de que los viernes siempre van a tener una cena, mencionó.

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Source
Mauricio León

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