El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) fue apartado del liderazgo del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) después de 27 años, en un congreso realizado por seguidores del presidente Luis Arce; sin embargo, se niega abandonar el puesto como líder máximo y este lunes (06.05.2024) afirmó que “dará batalla”.
Morales calificó de “ilegal” el cónclave que lo excluyó de la directiva nacional del MAS, que se desarrolló por tres días en la ciudad de El Alto, y advirtió al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que reconocer esa reunión política, promovida por el ala ‘arcista’ del partido gobernante, sería un “error garrafal”.
Días atrás, el exmandatario y las organizaciones cercanas a él amenazaron con realizar bloqueos de carreteras para “defender la democracia”.
Sin embargo, Morales moderó su discurso en esta jornada al anunciar que agotará todas las medidas legales y señaló que “todavía quiere confiar en el TSE”.
Solo Morales puede convocar un congreso, alegan “evistas”
Carlos Romero, exministro de Gobierno de Morales y uno de sus principales asesores legales, indicó este lunes que el bloque afín a Arce efectuó “un golpe electoral” de manera “cínica”.
El exfuncionario recalcó que Morales sigue siendo líder del MAS porque solo él puede convocar a un congreso para cambiar la directiva del partido oficialista.
“Lo que está pasando en materia jurídica rompe los récords de desfachatez, ridiculez e inconstitucionalidad”, señaló en una conferencia de prensa en la ciudad de Cochabamba (centro).
Romero culpó al Tribunal Constitucional por ordenar, a través de una sentencia, al TSE a observar el congreso impulsado por las organizaciones fieles a Arce.
“El electoral ya había rechazado dos veces la supervisión de la reunión en El Alto”, recordó.
Seguidores de Evo preparan su propio congreso
Por su parte, el presidente de la Cámara de Senadores, el oficialista Andrónico Rodríguez, señaló en una rueda de prensa con Morales que “el MAS es uno solo”, que el candidato del partido “es uno solo” y que confía en que se pueda unificar el proceso que inició en 2006, cuando el expresidente llegó por primera vez a la Presidencia del país.
Las organizaciones fieles al exmandatario tienen previsto para el 10 de julio su congreso propio del MAS en Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, y también esperan que el TSE acompañe esa cita.
El nuevo presidente del MAS, Grover García, convocó a un nuevo congreso en tres meses, para cambiar los estatutos del partido y “refundarlo” para que “nunca más quede en manos de una sola persona”, como ya lo había señalado el presidente Arce al inicio del cónclave.