
Publicado: abril 21, 2025
El papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, murió este lunes 21 de abril en Roma, dejando un vacío profundo en la Iglesia Católica y en millones de fieles alrededor del mundo. Su deceso se produjo a las 7:35 a.m. (hora local), en la residencia de la Casa Santa Marta, según confirmó el Vaticano mediante un comunicado oficial.
Aunque su salud ya venía presentando señales de deterioro en los últimos años, fue a partir del pasado 14 de febrero cuando su condición se volvió especialmente delicada. Ese día, el sumo pontífice fue ingresado al hospital Gemelli de Roma, tras agravarse una infección respiratoria que inicialmente parecía una bronquitis, pero que luego se convirtió en un complejo cuadro clínico.
Una lucha prolongada con múltiples afecciones
Lo que comenzó como un tratamiento por bronquitis terminó por revelar una afección más severa: una neumonía bilateral causada por una infección polimicrobiana. De acuerdo con el informe médico emitido en su momento por la Santa Sede, Francisco también presentaba un historial de bronquiectasias (ensanchamiento anormal de las vías respiratorias) y bronquitis asmática, lo que complicó aún más su recuperación.
A pesar de estar recibiendo tratamiento con antibióticos y corticoides, su cuerpo no logró responder de forma favorable. El Vaticano detalló que el deterioro fue progresivo, y a medida que avanzaban los días, se fueron cancelando sus actividades públicas y compromisos, incluyendo los programados para finales de febrero.
Un historial médico marcado por altibajos
La salud del papa Francisco fue objeto de atención constante en sus últimos años de vida. En 2021, fue sometido a una operación para extirpar parte del colon debido a una diverticulitis, una dolencia intestinal que puede inflamarse o infectarse. Aunque aseguró que la recuperación fue buena, en 2023 volvió a mencionar que la afección había regresado, lo que le estaba provocando aumento de peso.
Además, padecía fuertes molestias en una de sus rodillas, por lo que en muchas de sus apariciones públicas usaba bastón o silla de ruedas, y en varias ocasiones tuvo que suspender actividades importantes.
Un adiós que conmueve al mundo
Francisco pasará a la historia como el primer papa latinoamericano, el primero jesuita y un líder espiritual que intentó modernizar la Iglesia desde dentro, promoviendo el diálogo, la inclusión y la defensa de los más necesitados. Su legado trascenderá mucho más allá de los muros del Vaticano.
La Iglesia Católica entra ahora en un periodo de sede vacante, donde se activan los protocolos para el nombramiento de un nuevo pontífice. Mientras tanto, millones de personas en el planeta se preparan para despedir a un líder que, con humildad y firmeza, marcó una era.