Más de un millón de personas asistieron este domingo (03.08.2025) a la misa presidida por el papa León XIV en la explanada de Tor Vergata, en las afueras de Roma, con la que concluyó el Jubileo de los Jóvenes, uno de los momentos más destacados del Año Santo. Durante una semana, el evento reunió en la capital italiana a cientos de miles de jóvenes provenientes de todo el mundo.
La jornada culminó un encuentro marcado por un ambiente festivo y espiritual, que tuvo su punto más alto la noche del sábado, durante una vigilia presidida por el pontífice. Según los organizadores, unas 800.000 personas participaron en esa vigilia, y el Vaticano confirmó que la cifra se elevó a más de un millón para la misa del domingo.
Bajo un cielo despejado, la mayoría de los asistentes durmieron al aire libre en tiendas de campaña, sacos de dormir o colchonetas, en espera de la ceremonia. Desde temprano, obispos vestidos de verde comenzaron a ocupar el gran escenario adornado con un arco dorado y una cruz monumental, mientras un coro animaba el ambiente. En total, participaron 450 obispos y unos 700 sacerdotes.
Solidaridad con jóvenes en situación de guerra
Durante su homilía, el papa León XIV animó a los jóvenes a vivir con ambición espiritual y sentido profundo de la vida: “Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Así verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor”, expresó desde el escenario del campamento de Tor Vergata.
“Queridos jóvenes… transmitan su entusiasmo y el testimonio de su fe a todos los que encuentren”, dijo el papa durante su homilía en el evento, en la que también los exhortó a no centrarse en acumular bienes materiales, sino en ayudar a quienes lo necesitan.
El papa igualmente expresó su solidaridad con los jóvenes que padecen la guerra en todo el mundo, en especial con los de Gaza y Ucrania: “¡Estamos con la gente joven de Gaza y con los jóvenes de Ucrania! Con todos aquellos países ensangrentados por la guerra”, proclamó
Con esta multitudinaria celebración, el Año Santo continúa su curso, dejando tras de sí un mensaje claro del papa a las nuevas generaciones: vivir con autenticidad, generosidad y esperanza.