En el Día Internacional de la Mujer, destacamos no solo la lucha por la igualdad, sino también las historias de mujeres que, con valentía y determinación, rompen barreras y abren camino hacia un futuro más inclusivo para todos.
Una de estas historias es la de Jossette Cubillo, ingeniera electrónica y docente en el Colegio Técnico Profesional Uladislao Gámez Solano. Nacida y criada en Barranca, Puntarenas, hoy inspira a sus estudiantes a perseguir sus sueños en el mundo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), un campo históricamente dominado por hombres.
Desde que salió del colegio, Jossette se sintió atraída por la electrónica y decidió estudiar esta carrera en la Universidad Técnica Nacional (UTN), en la sede del Pacífico.
Sin embargo, fue allí donde comenzó a notar que el camino sería difícil, pues se encontró con un entorno mayoritariamente masculino, en el que solo había cuatro mujeres en su clase.
A pesar de las dificultades, Jossette persistió y terminó la carrera con un objetivo claro: trabajar en una empresa y aplicar sus conocimientos. No obstante, al principio, la realidad del machismo en la industria representó un obstáculo.
A pesar de sus habilidades y preparación, la discriminación de género se hizo presente en las entrevistas laborales, donde muchas veces preferían contratar a un hombre.
Yo estudié ingeniería, pero también saqué la parte de pedagogía para tener dos opciones. Si no tenía una, tenía la otra, decía yo. Pero cuando salí de la universidad y me gradué, fui a hacer varias entrevistas a empresas, pero lo que pasa es que en este ámbito hay mucho machismo. Yo llegaba a hacer la entrevista y no me llamaban, porque tal vez iba otro muchacho y lo escogían a él, y a mí no por ser mujer. Entonces, me costó bastante, contó.
Pese a esto, el destino tenía otro plan. Mientras buscaba empleo, Jossette comenzó a dar clases particulares desde su casa y a ayudar a jóvenes en su comunidad.
Su amor por la enseñanza se fortaleció y, con el tiempo, el Ministerio de Educación la llamó para que se convirtiera en profesora en un colegio técnico. Así comenzó su labor como educadora, y fue ahí donde encontró una nueva pasión: empoderar a jóvenes para que se adentraran al mundo STEM.
Al principio, ser una mujer en ingeniería era complicado. Pero cuando comencé a enseñar, me di cuenta de que mi historia podría inspirar a otras jóvenes. Les digo que no se dejen intimidar, que los límites no existen. Si yo pude, ellas también pueden. Les enseño que las mujeres somos capaces de hacer lo mismo que los hombres en esta profesión. La tecnología, la ingeniería, no tiene género. Y muchas veces, nosotras aportamos una perspectiva única y valiosa, comenta Jossette.
Una de las principales motivaciones al enseñar es darles a las mujeres las herramientas necesarias para que se sientan seguras y empoderadas. En su aula, las jóvenes no solo aprenden sobre electrónica, sino que también descubren su potencial y capacidad para romper paradigmas.
“Hay algo que siempre les repito a mis estudiantes: ‘No dejen que nadie les diga que no pueden. Si tienen pasión por algo, sigan su camino sin importar los obstáculos’. Yo soy la prueba de que, aunque la vida nos ponga retos, siempre podemos superarlos”, afirma.
“Por una nueva generación sin machismo”
Jossette reconoce que su misión no es solo enseñar sobre circuitos o sistemas electrónicos, sino también formar una nueva generación de ciudadanos más inclusivos, conscientes de la igualdad de género y libres de machismo.
A través de su labor en la educación, esta profesora se ha convertido en un modelo a seguir para muchas jóvenes, tanto en los colegios donde ha impartido clases como en su comunidad.
Originaria de Barranca, una zona rural donde muchas veces las oportunidades parecen limitadas, la docente ha demostrado que, con esfuerzo, pasión y determinación, es posible alcanzar cualquier meta. Su recorrido profesional —desde salir de Barranca y migrar a San José en busca de oportunidades hasta convertirse en guía para las nuevas generaciones— la llena de orgullo.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, Jossette nos recuerda que el camino hacia la igualdad es posible, que cada mujer tiene un lugar en el mundo de la ciencia y la tecnología y que, cada vez más, estamos dispuestas a luchar por nuestros sueños.
Que su historia inspire a muchas más jóvenes a romper barreras, desafiar las expectativas y creer en su propio poder.
“Hay que ser mujeres empoderadas, sin importar lo que diga la sociedad. Hay que romper paradigmas, porque eso es demasiado importante. Todas las mujeres tenemos las mismas capacidades. Nosotras podemos desarrollarnos en cualquier ámbito, sin importar lo que digan los demás”, puntualizó.
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Source
Rachell Matamoros