Publicado: diciembre 10, 2024
El robo de combustible en Costa Rica marcó un antes y un después este 10 de diciembre, con un operativo que buscó desarticular tres bandas criminales vinculadas a este delito. Gracias a dos investigaciones lideradas por Recope, en conjunto con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía General, se logró clasificar por primera vez estos casos como crimen organizado.
Un esfuerzo de 22 meses
El operativo incluyó 55 allanamientos realizados en diversas localidades de Turrialba (Cartago) y Limón, tras más de dos años de investigaciones. Según Karla Montero, presidenta de Recope, este es un momento clave en la lucha contra el robo de hidrocarburos. “Hoy damos un paso firme en nuestro compromiso de erradicar estas prácticas que ponen en peligro a la ciudadanía y afectan la economía nacional”, señaló Montero.
Caso Turrialba: Tomando control en tierra
La primera investigación, iniciada en febrero del 2023, se enfocó en las tomas ilegales detectadas en comunidades de Turrialba. Dos bandas operaban durante la madrugada, utilizando métodos clandestinos para extraer gasolina, diésel y combustible de aviación. Durante este periodo, las autoridades intervinieron 80 tomas ilegales, confiscaron 15 camiones y miles de litros de combustible robado, con un perjuicio económico estimado en ₡708,4 millones.
El impacto no fue únicamente económico; también se reportaron graves daños ambientales en las zonas afectadas, debido al derrame de combustibles durante las extracciones ilegales.
Caso Limón: Infiltración en el sistema
En marzo del 2023, Recope identificó irregularidades en la cantidad de combustible transferido desde los barcos a los tanques de almacenamiento en Limón. A partir de esa denuncia, las autoridades desmantelaron una red que incluía túneles clandestinos y la colaboración de empleados internos.
Uno de los golpes más importantes ocurrió en marzo del 2024, cuando se descubrió un túnel de 46 metros de largo en Río Blanco, utilizado para desviar combustible. Este caso dejó un impacto económico de ₡5.000 millones y puso en evidencia la falta de controles en la línea marina de transporte, que ahora cuenta con nuevos sistemas de monitoreo.
Nuevas medidas para prevenir el robo
Montero detalló una serie de acciones preventivas que Recope ha implementado para proteger la infraestructura y el suministro de combustibles, entre las que destacan:
•Mejoras en iluminación y limpieza de las áreas vulnerables.
•Instalación de sistemas de control y monitoreo avanzados.
•Coordinación con cuerpos policiales y judiciales.
Tolerancia cero a la corrupción
El operativo también dejó en evidencia la participación de tres empleados de Recope, quienes presuntamente proporcionaron información clave a las bandas. “No toleraremos que un grupo minoritario manche el nombre de nuestra institución. Tomaremos todas las medidas legales y administrativas contra los responsables”, afirmó Montero.
Además, hizo un llamado a la ciudadanía para que denuncien cualquier actividad sospechosa relacionada con el robo o transporte ilegal de combustible a través de la línea gratuita 1002.