¿Debe Costa Rica dolarizar la economía? / CRHoy.com / Noticias 24/7 / Periódico Digital

Cada vez que hay inestabilidad en el tipo de cambio, o una fuerte apreciación como ahora, surge preocupación por el régimen monetario vigente. Es comprensible porque las variaciones cambiarias repercuten en las finanzas de muchas personas físicas y jurídicas, así como en el mismo gobierno. Ante esta situación y otras ventajas potenciales, se ha recomendado en varias oportunidades, adoptar un sistema de dolarización de jure (de derecho).
Es un tema que ha sido abordado por varios economistas desde hace varios años, entre otros, los expresidentes del BCCR Eduardo Lizano F. y Francisco de Paula Gutiérrez, así como Luis E. Loría.
A pesar de reconocer beneficios de la dolarización legal, no la apoyaría en este momento. Si bien hay un proyecto de ley en el Congreso en ese sentido, no existe el apoyo político para su aprobación. Además, implicaría eliminar un instrumento que, utilizado con eficiencia, puede contribuir a atenuar los ciclos económicos, enfrentar crisis de liquidez, o shocks externos. De acuerdo con la Regla de Tinbergen, entre más instrumentos tengamos a disposición, mayor flexibilidad para alcanzar los objetivos. Si se decidiera prescindir del colón, prácticamente no habría retorno. Por eso hay que repensarlo antes de abortarlo.
Asimismo, adoptar la dolarización legal implica depender de las decisiones del gobierno de Estados Unidos en general y de la Reserva Federal en particular. No es tan claro que actualmente esa Nación abogue por el interés global, como pudo ser en algún momento después de la posguerra. A medida que han crecido los temores de ser superada, pasó de árbitro a jugador. Alguna vez propulsor de la apertura global, se ha convertido más en defensor de sus propios intereses. Ahora, por ejemplo, el presidente electo amenaza con elevar aranceles y tener injerencia en las decisiones de la FED, debilitando su credibilidad.
Tampoco estoy a favor del otro extremo, es decir, desdolarizar (colonizar) la economía. Mucho menos, sería la peor de las opciones; un retroceso muy costoso. Los márgenes de intermediación cambiaria, por ejemplo, ascienden a alrededor de 3% entre el precio de compra y venta en las ventanillas de los intermediarios; es menor para los mayoristas. Solo el año pasado el monto por este concepto ascendió a ₡250,000 millones ($500 millones/0.55% del PIB). Si no se permitieran las transacciones en dólares, esta suma podría al menos duplicarse, con lo cual ascendería a alrededor de 1% del PIB.
Mi recomendación es entonces mantener el sistema actual de libertad de escogencia de la moneda, para los diferentes contratos comerciales y personales, lo cual por naturaleza asegura un mayor bienestar. Este sistema, donde prevalece el colón junto a otras monedas, presenta importantes ventajas. Por un lado, la posibilidad de emitir de manera responsable, puede ser relevante bajo ciertos escenarios. Fue de mucha utilidad, por ejemplo, durante la pandemia; también cuando el gobierno necesitó acudir a Letras del Tesoro; o para detener la corrida que experimentó el BAC San José. Eventualmente podría ser de gran ayuda para evitar una crisis financiera sistémica.
Por otro lado, al permitir el financiamiento en dólares, reduce los costos y riesgos de las actividades integradas a los mercados internacionales. También implica una mayor competencia para el mercado de colones, contribuyendo a reducir los márgenes de intermediación financiera. Más recientemente, ante el gran incremento en las tasas de interés en colones y la fuerte apreciación del tipo de cambio, estimuló los préstamos en dólares, duplicando el de colones. Probablemente el crecimiento del PIB sería menor sin este tipo de financiamiento.
Para reforzar la posición de apoyar la coexistencia de diversas monedas, quisiera mencionar un artículo publicado por Rodolfo Piza Rocafort en noviembre, 2023, titulado Desnacionalización del Dinero. En ese artículo el señor Piza aboga por que los gobiernos no impongan una única moneda, tal y como lo sugirió en su momento Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía en 1974, precisamente en uno de sus libros con el mismo título.
Don Rodolfo nos recuerda que la posibilidad de establecer contratos en distintas monedas no existió siempre. Fue producto de una Sentencia de la Sala Constitucional sobre la Ley de la Moneda, # 3495-92, redactada por su padre en 1992. Se permitió así recuperar el sentido original del Código Civil de 1886 (entró en vigencia en 1888), anulado en 1947, mediante la Ley de la Moneda # 836 (artículos 5 y 6). A su juicio, esta trascendental Sentencia ha permitido al país gozar de mayor estabilidad monetaria y cambiaria.
También quisiera hacer referencia a un artículo de Don Alberto Di Mare titulado El Inmejorable Sistema Monetario Costarricense, del año 2000, donde menciona que el sistema actual es el mejor de los posibles. Si bien no evita la inestabilidad monetaria, sí la atenúa, y si sobreviniera, no tendría las consecuencias insalvables sobre la actividad económica, usual en otros esquemas.
De acuerdo con don Alberto, esta institucionalidad ha sido exitosa y debemos defenderla a toda costa. Hay que oponerse a reformas que pretendan restablecer el valor absolutorio de solo una moneda. Agrega don Alberto que este esquema, donde el medio legal de pago lo posee la moneda convenida contractualmente, es mucho más eficiente para lograr la estabilidad, que aquellas sugeridas por economistas y juristas de distintas inclinaciones.Por último, reconozco que el sistema actual no es la panacea. Presenta costos y riesgos que se deberían enfrentar y controlar. La gran apreciación reciente del tipo de cambio constituye una gran preocupación. En un corto período ha implicado grandes cambios en las rentabilidades de algunas actividades, incluyendo las finanzas del mismo gobierno. Hay varias medidas que se han recomendado y que deberían adoptarse para mejorar el sistema vigente.
Algunas que podrían analizarse son las siguientes:
1. Fortalecer la independencia del BCCR, considerando otras experiencias y sugerencias de organismos internacionales. Tengo dudas de elevar a rango constitucional la autonomía de gobierno al BCCR (proyecto 24.480).2. Aumentar la competencia y eficiencia del MONEX, reduciendo la intervención del Banco Central; incorporando las compras del sector público, ampliando el horario de funcionamiento y eliminando el 25% del margen cambiario a favor del BCCR.3. Incrementar la competencia del sistema financiero, disminuyendo el peaje bancario; los encajes mínimos legales y las cargas parafiscales a los bancos estatales.4. Desarrollar el mercado de coberturas cambiarias, exigiendo a las Operadoras de Pensiones adquirirlas cuando invierten en títulos en dólares. Asimismo, analizar una eventual cobertura para créditos en dólares que no cuenten con protecciones naturales, es decir, cuyos ingresos no son en esa moneda.5. Establecer algún máximo al endeudamiento en dólares al gobierno, más allá del cual también debería adquirir cobertura y autorizarse principalmente para financiar gastos de capital que contribuyan a elevar la productividad nacional y repagar la deuda en el futuro.
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Source
Norberto Zúñiga

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