Con la llegada de las festividades masivas y las reuniones familiares de fin y principio de año, aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos por la mala manipulación, almacenamiento inadecuado o cocción insuficiente.
Edgar Gutiérrez, tutor de Microbiología de Alimentos de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), señaló que, garantizar la inocuidad de los alimentos depende de 3 factores clave:
Selección de productos frescos.
Control de temperaturas.
Buenas prácticas de higiene.
Es fundamental que al adquirir productos cárnicos o lácteos se revisen características como el olor y el empaque. Un olor intenso o irregular puede ser señal de problemas como el deterioro de la proteína producto de la acción microbiana, sugirió Gutiérrez.
Además, explicó que los alimentos deben mantenerse siempre refrigerados. Los cocidos deben conservarse a temperaturas superiores a 63 °C, para ser consumidos de forma inmediata, mientras que los congelados requieren un almacenamiento a -18 °C o menos para preservar su calidad.
En el caso de la descongelación, lo ideal es hacerlo lentamente en refrigeración, nunca a temperatura ambiente. Este proceso gradual permite que los líquidos se reintegren al alimento, manteniendo la textura y jugosidad del producto, añadió el experto.
También es importante la higiene en la manipulación de frutas y vegetales. “Es esencial lavar estos alimentos con agua potable, eliminando restos de tierra y posibles patógenos como Salmonella o E. coli, que pueden provenir del riego con agua no potable o del uso de abonos mal manejados”, explicó.
Estas son las recomendaciones clave:
Al comprar alimentos:
Revise que los productos cárnicos y lácteos no tengan olores intensos o irregulares. • Prefiera productos debidamente empacados y almacenados en refrigeración.
Almacenamiento:
Mantenga los alimentos cocidos a más de 63 °C antes de ser consumidos y los congelados a -18 °C o menos para preservarlos más tiempo
Descongele los alimentos lentamente en refrigeración, nunca a temperatura ambiente.
Manipulación de frutas y vegetales:
Lave siempre con agua potable.
Asegúrese de que no tengan restos de tierra ni hayan sido expuestos a agua de riego contaminada.
Higiene personal y del entorno:
Lávese las manos antes y después de manipular alimentos.
Verifique que el personal encargado de la preparación utilice guantes, mascarillas y uniformes limpios.
Durante eventos masivos o festividades:
Consuma preferiblemente alimentos que hayan sido cocinados o calentados correctamente. • Los productos mínimamente procesados (como ensaladas) son más riesgosos de estar contaminado. Asegúrese que el local tiene perfectamente bien limpio el espacio de manipulación
Prefiera locales que demuestren buenas condiciones de limpieza e higiene en su entorno y manejo de alimentos.
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Ambar Segura