Preparar huevos duros puede parecer una tarea básica, pero quienes cocinan a menudo saben que no es raro encontrar huevos con grietas o totalmente estallados después de la cocción. Las causas más frecuentes incluyen el choque térmico y la agitación excesiva del agua hirviendo.
Aunque muchas personas recurren a trucos tradicionales como agregar vinagre o bicarbonato, existen métodos más sencillos y efectivos que no alteran el sabor ni la textura del huevo. A continuación, te compartimos una guía con los mejores consejos caseros para lograr huevos duros perfectos, sin rajaduras ni sorpresas.
Evitá el choque térmico: temperatura ambiente antes de cocinar
Una de las razones principales por las que los huevos se rompen es el cambio brusco de temperatura. Pasar de la refrigeración al agua hirviendo genera presión interna que puede provocar fisuras o incluso la explosión del huevo.
Consejo 1: Sacá los huevos del refrigerador al menos 30 minutos antes de cocinarlos para que alcancen la temperatura ambiente.
Cocción gradual: del agua fría al hervor
Iniciar la cocción en agua ya hirviendo somete al huevo a un estrés térmico inmediato. En cambio, una cocción progresiva reduce este riesgo y garantiza una textura más uniforme.
Consejo 2: Colocá los huevos en agua fría desde el principio y subí el fuego lentamente hasta alcanzar el hervor. Este proceso permite una cocción más estable.
Evitá el choque térmico: temperatura ambiente antes de cocinar
Una de las razones principales por las que los huevos se rompen es el cambio brusco de temperatura. Pasar de la refrigeración al agua hirviendo genera presión interna que puede provocar fisuras o incluso la explosión del huevo.
Consejo 1: Sacá los huevos del refrigerador al menos 30 minutos antes de cocinarlos para que alcancen la temperatura ambiente.
Cocción gradual: del agua fría al hervor
Iniciar la cocción en agua ya hirviendo somete al huevo a un estrés térmico inmediato. En cambio, una cocción progresiva reduce este riesgo y garantiza una textura más uniforme.
Consejo 2: Colocá los huevos en agua fría desde el principio y subí el fuego lentamente hasta alcanzar el hervor. Este proceso permite una cocción más estable.
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