Lo que empezó como una promesa de fiesta terminó en un macabro asesinato. Una joven de tan solo 21 años, que se hacía llamar “La Sicariona” en redes sociales y que compartía publicaciones con referencias explícitas al crimen organizado, fue detenida por su presunta participación en el homicidio de Adinir Gabriel Méndez Castro, alias “Tololo”, en la zona de Cóbano, Puntarenas.
El caso ha captado la atención nacional no solo por la brutalidad del crimen, sino por el inquietante perfil de la joven, quien se presentaba en internet como una figura peligrosa y “legendaria”, rodeada de frases que hacían apología a la violencia y el sicariato.
“No se arrime si no aguanta el voltaje. Del barrio pal barrio, soy legendaria, un par de sicarios igual que Rosario que te da tijera”, se lee en uno de los mensajes que compartió en sus redes sociales.
Este martes, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó varios allanamientos simultáneos en la zona de Cóbano, durante los cuales fueron capturados tres hombres más, de 31, 38 y 44 años, quienes también figuran como sospechosos de haber participado en el crimen junto a la joven.
Las investigaciones preliminares indican que el grupo habría tendido una trampa a la víctima, haciéndole creer que asistiría a una fiesta. Lo habrían citado a una vivienda en el barrio La Mencha, donde finalmente le quitaron la vida.
Méndez, conocido en la zona como “Tololo”, tenía 32 años y un amplio historial delictivo, que incluía denuncias por robo de motocicletas, asaltos, venta de drogas e ingreso ilegal a propiedades de alquiler. Era una figura conocida en el submundo criminal de la península.
Su cuerpo fue encontrado el pasado viernes 28 de marzo a las 5:00 a.m., en el cauce del río Cóbano, dentro de una bolsa plástica, amarrado de pies y manos, con múltiples heridas de arma blanca y signos de haber sido parcialmente quemado, lo que evidencia la crueldad con la que fue ejecutado el crimen.
Durante los allanamientos, el OIJ logró recolectar evidencia clave para el proceso judicial. Los cuatro detenidos fueron puestos a la orden del Ministerio Público, mientras se definen las medidas cautelares que enfrentarán.
El caso ha desatado conmoción no solo por el nivel de violencia, sino también por la manera en que algunos jóvenes normalizan o incluso glorifican el crimen en redes sociales. La historia de “La Sicariona” es un sombrío reflejo de cómo las apariencias digitales pueden encubrir realidades mucho más oscuras.
Ahora, la justicia deberá determinar el grado de participación de cada sospechoso y qué motivó a este grupo a ejecutar un crimen tan salvaje, que pone una vez más en evidencia los peligros del narcotráfico, la venganza y el reclutamiento de jóvenes por estructuras criminales en zonas vulnerables.
