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Este lunes 25 de noviembre, el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó un proyecto para financiar gastos prioritarios ante una respuesta urgente, como puede ser una emergencia social, climática o económica.
La operación es de $200 millones, financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Cuenta con una tasa variable y tiene un vencimiento final de 33,5 años, con período de gracia de 6 años.
Bajo el nombre de “Préstamo de Política de Desarrollo para la Gestión del Riesgo Social con Opción de Desembolso Diferido”, la iniciativa tiene dos pilares:
Promover la focalización de los programas sociales mediante el fortalecimiento del Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios (SINIRUBE), aumentando su cobertura, robustez e inclusividad.
Aumentar la eficiencia del gasto social al reducir su fragmentación y fomentar mejores mecanismos de entrega de transferencias sociales.
“A pesar de ser un pilar esencial del pacto social de Costa Rica, el sistema de protección social presenta limitaciones respecto a la cobertura total de los segmentos más vulnerables, sobre todo en momentos de emergencia (…) Este proyecto es una parte importante de los esfuerzos del Banco para apoyar a Costa Rica a enfrentar sus desafíos socioeconómicos y continuar la senda del crecimiento inclusivo”, indicó Carine Clert, Gerente de País del Banco Mundial para El Salvador y Costa Rica.
Costa Rica apunta que para 2026, el 75% de recursos del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) lleguen a la población con los ingresos más bajos.
Además, prevén un aumento de 160,000 beneficiarios de las transferencias a través del Sistema Único de Pago de Recursos Sociales (SUPRES), entre 2024 y 2026.
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Daniel Córdoba