¿Aspira Macron a liderar una nueva Europa?

Durante años, Alemania fue vista como el faro de Europa: tenía poder político y económico, y una figura como Angela Merkel, reconocida tanto en el continente como a nivel internacional.

Tras su retiro, el Gobierno que sucedió a Merkel, relativamente inestable y liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, así como la difícil gestión de la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, hicieron que el brillo europeo de Alemania se desvaneciera.

Al otro lado de la frontera, Emmanuel Macron —quien tampoco está exento de batallas políticas internas— ha emergido como el líder nacional más importante de Europa, en medio de los sobresaltos globales generados por la segunda administración Trumpy su actitud hostil hacia los aliados europeos tradicionales.

El nuevo rostro del liderazgo europeo

Alemania sigue sin un Gobierno formal, aunque se espera el regreso de una “gran coalición” liderada por Friedrich Merz y su unión democristiana CDU/CSU con los socialdemócratas como socios menores.

Mientras estos partidos tradicionales se encuentran negociando los términos de su alianza política, la economía más poderosa de Europa está bajo un Gobierno provisional, justo cuando Trump impone una nueva oleada de aranceles y continúa el conflicto entre Ucrania y Rusia.

Macron, uno de los líderes más reconocibles a nivel mundial, ha elevado su perfil en medio de estas turbulencias, combinando su rol como presidente de Francia con el de embajador informal de Europa.

“Tiene un mensaje europeo y está coordinado, pero al final sigue siendo el presidente de Francia”, afirma Gesine Weber, investigadora del German Marshall Fund especializada en seguridad europea. “Ambos papeles están entrelazados, porque la mayoría de los intereses europeos también son intereses franceses, y viceversa.”

Con el debate sobre el aumento del gasto en defensa y propuestas para una defensa europea común, Macron incluso ha sugerido ampliar el escudo nuclear francés, algo que incomoda a Moscú.

En otras áreas de política exterior, Macron intenta promover los intereses europeos bajo una óptica francesa. “Europa se ha vuelto muy francesa en los últimos cinco años”, señala Weber.

Tras un inicio lento, Macron ha tomado el liderazgo en temas clave como la guerra en Ucrania y la respuesta europea a los nuevos aranceles de EE. UU. Su relación previa con Donald Trump, desde el primer mandato del estadounidense, le otorga una posición única para entablar diálogo.

“Fue el primer jefe de Estado o de Gobierno europeo en lograr —o restablecer— una relación con Trump”, añade Weber.

El momento Macron se agota

Macron es un presidente en sus últimos años de mandato, ya que la Constitución francesa limita la presidencia a dos períodos consecutivos. Las próximas elecciones están previstas para 2027, por lo que solo le quedan dos años para concretar su visión para Francia y Europa.

Jacob Ross, investigador en Relaciones Franco-Alemanas del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP), sostiene que Francia está bien posicionada para liderar Europa en este momento convulso.

“Intelectualmente, al menos, los franceses están en una excelente posición para asumir el liderazgo”, afirma. Ross destaca la postura tradicional francesa de pensar su papel —y el de Europa— de manera autónoma, sin depender del enfoque estadounidense.

“Lo que sí es seguro es que la dinámica franco-alemana seguirá siendo fuerte, al menos durante los próximos dos años”, señala Ross. “Los franceses saben que la postura proeuropea de Macron estará en riesgo después de 2027, así que intentarán presionar a Alemania para avanzar en decisiones clave antes de que termine su mandato.”

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