Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) representan un desafío creciente en nuestra sociedad, afectando no solo la salud física, sino también la estabilidad emocional principalmente de adolescentes y jóvenes, al igual que sus familias, por eso la importancia de reforzar la educación y la prevención sobre este tema.
De acuerdo con el Dr. Luis Diego Herrera, especialista en psiquiatría, identificar señales de alarma y fomentar un ambiente positivo hacia la alimentación en el hogar resultan muy relevantes para apoyar y ayudar a quienes atraviesan este tipo de trastornos.
“Los TCA no son una elección ni una etapa pasajera, sino condiciones complejas que requieren atención y comprensión. La detección temprana y el apoyo familiar son fundamentales para el proceso de recuperación.”, explicó el Dr. Herrera.
¿Cómo identificar los TCA en casa? Los padres y cuidadores deben prestar atención a señales como:
Cambios drásticos en los hábitos, como evitar comidas o restringir ciertos grupos alimenticios.
Preocupación excesiva por el peso, la figura o las calorías.
Conductas compensatorias como el ejercicio extremo o episodios de atracones seguidos de purgas.
Aislamiento social y cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad o tristeza.
Es crucial entender que estas señales no deben minimizarse. Muchas veces, los TCA son la expresión de problemas emocionales subyacentes como ansiedad, depresión o baja autoestima”, añadió el especialista.
Además, un ambiente familiar saludable es una herramienta poderosa en la prevención y tratamiento de los TCA.
Se recomienda, evitar comentarios negativos sobre el peso o la apariencia, y fomentar el disfrute de las comidas sin culpa, escuchar sin juzgar y generar confianza para que los hijos puedan expresar sus emociones y preocupaciones, modelar comportamientos saludables hacia la alimentación y el autocuidado y valorar habilidades, talentos y cualidades más allá de la apariencia física.
La familia puede convertirse en el refugio donde una persona se siente apoyada y comprendida. El hogar debe ser un lugar libre de juicios, donde se priorice el bienestar emocional por encima de las apariencias o las expectativas externas. Cuando la familia actúa como un pilar de apoyo, no solo se facilita la recuperación, sino que también se construyen herramientas para fortalecer la autoestima y fomentar relaciones más saludables con la comida y consigo mismo”, concluyó el Dr. Herrera.
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Ambar Segura