Incautación de droga en el puerto de Róterdam, en Páises Bajos, en setiembre de 2024. Foto: Ministerio Público de Países Bajos
El Ministerio Público de Países Bajos (Openbaar Ministerie, en neerlandés) reveló este jueves 9 de enero el decomiso de 50 paquetes de cocaína que viajaron ocultos en un contenedor cargado de bananos procedente de Costa Rica.
A través de un comunicado de prensa, la entidad explicó que este fue el primer decomiso efectuado en el puerto de Róterdam, uno de los principales para el ingreso de mercancías en Europa, durante este 2025.
“El primer hallazgo se realizó el 2 de enero durante una inspección aduanera de un contenedor de banano procedente de Costa Rica. El cargamento estaba destinado a una empresa de los Países Bajos. Se descubrieron 50 paquetes en la sección de refrigeración del contenedor frigorífico, tras lo cual se inició una investigación. Una vez descargada la carga normal, el contenedor acabó en un almacén de contenedores vacíos en Róterdam.
“El sábado 4 de enero se vio a un hombre acercándose al contenedor e intentando abrirlo. Este hombre, un joven de 20 años residente en Ámsterdam, fue detenido por el equipo de asistencia especial de la aduana. Fue llevado ante el juez de instrucción el 8 de enero, quien determinó que debía permanecer detenido por más tiempo”, detalló el reporte oficial.
Publicación oficial realizada este 9 de enero de 2025 por el Ministerio Público de Países Bajos, sobre el decomiso de 50 kilos de cocaína en un cargamento procedente de Costa Rica. Captura de pantalla
Las autoridades neerlandesas reportaron que en la primera semana de enero se incautaron un total de 466 kilos de cocaína (casi media tonelada) y una cantidad desconocida de cocaína disuelta en un cargamento de jarabe de azúcar.
En el mercado oscuro, las incautaciones se traducen en un monto económico cercano a los 11.5 millones de euros. Los otros decomisos realizados en el puerto de Róterdam provenían de República Dominicana y Surinam.
Otros decomisos
El 26 de setiembre de 2024, el Ministerio Público de Países Bajos comunicó la incautación en el puerto de Róterdam de 50 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de bananos procedentes de Costa Rica. De igual forma, en marzo de ese mismo año, la fiscalía local reveló el decomiso de 1.1 toneladas de cocaína durante el descargo de un contenedor cargado con piñas procedentes de Costa Rica.
Durante ese año, se reportaron otros decomisos en España o Bélgica.
Puerto de Amberes, en Bélgica. Foto tomada de la página oficial en Facebook del Puerto de Amberes-Brujas, Bélgica.
Bélgica reporta reducción
Este jueves 9 de enero, la Administración General de Aduanas de Bélgica presentó el reporte anual sobre el impacto del narcotráfico en los puertos de este país, especialmente el de Amberes (el principal), en el cual advirtieron una reducción en los decomisos de cocaína de países procedentes de América Latina.
Según los datos presentados, las incautaciones de cocaína en el puerto cayeron a 44 toneladas en 2024, frente a las 116 toneladas de 2023. En 2022, en este puerto, fueron incautadas 100 toneladas de cocaína.
Kristian Vanderwaeren, administrador general de la aduana belga, consideró que esta situación ocurrió en parte a mayores controles en los puertos de países latinoamericanos. Como ejemplo, citó a Perú y Costa Rica, donde el uso de escáneres en las terminales ha sido una de las principales acciones para procurar detener la salida de cocaína oculta en cargamentos de productos de exportación. Así ocurre en la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), en Limón, administrada por la empresa neerlandesa APM Terminals.
Amberes es el segundo puerto de carga en Europa después de Róterdam y es la primera vía de acceso para las importaciones procedentes de América Latina. Por ahí pasan toneladas de productos de exportación como el banano, el café o la madera.
La Policía Criminal Federal de Amberes apunta a que la reducción en las incautaciones más bien está ligada a que los narcotraficantes están apostando por otras formas para concretar los trasiegos.
Según una publicación realizada a mediados de 2023 por el periódico local Gazet van Antwerpen, se cree que los narcotraficantes encontraron nuevas formas de mover la cocaína a través de la zona portuaria a pesar del aumento de los controles. Una de estas aplicaciones, por ejemplo, es el método de combinar la cocaína con otras sustancias mediante procesos químicos. La cocaína ya no puede ser reconocida como tal y ni siquiera los perros rastreadores pueden olerla.
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Pablo Rojas
