UNA Comunica – Silvia Lavandera Ponce: “La transformación educativa y digital pasa por un proceso cultural que a veces no vemos”

Silvia Lavandera tiene más de 15 años de experiencia docente universitaria y ha liderado, por 12 años, gestión e innovación en educación superior en España y América Latina. Foto Randall Hernández

Una transformación cultural que nos permita entender el contexto para ser protagonista del cambio resulta necesaria para otra transformación: la educativa y digital. Este es uno de varios desafíos que enfrenta la educación hoy, según expuso la experta internacional Silvia Lavandera Ponce en su conferencia El rol de la universidad en el futuro de la educación, tendencias, transformación digital y cooperación educativa, el pasado 19 de mayo en el auditorio Cora Ferro Calabrese de la Universidad Nacional (UNA).

Invitada por la Vicerrectoría de Docencia y la iniciativa Gestión de Calidad de la Rectoría Adjunta, la especialista en calidad, transformación educativa y educación a distancia, se refirió primero a los desafíos en educación que ha planteado la UNESCO, para luego abordar el futuro de la educación, a partir de diferentes reportes disponibles en la literatura actual. Con dicha presentación, dijo, busca contribuir a “pensar y cocrear alguna estrategia que ayude a esta universidad o a otras universidades a reimaginar el futuro”. 

Preguntarle a los futuros estudiantes

Lavandera hizo un llamado a comprender qué es el contexto cuando se habla de educación, cuáles son los desafíos mundiales que plantea la UNESCO en esta materia y—para quienes están en cargos de dirección—no perder de vista que la educación significa equidad en acceso e innovación, lo cual incluye desde las mallas hasta cualquier proceso de gestión para resolver problemas desde un punto interdisciplinario.

Otro de las grandes desafíos tiene que ver con las decisiones: que estén sustentadas—lo dice a partir de una experiencia personal—en  ir a preguntarle a los futuros estudiantes qué es para ello el mundo, la universidad y el futuro. Una consulta a jóvenes de Uruguay, encontró que el estudiantado busca profesores divertidos, creativos, con buena actitud en clase, aulas grandes y bonitas; son generaciones que gustan de los videojuegos, lo cual remite a realidad aumentada, trabajo colaborativo, juegos en serie, aprendizaje experiencial, pero además, desean establecer relaciones con amigos de otros lugares, lo cual alude a la globalidad y la virtualidad; hablan por teléfono, lo que significa que buscan ubicuidad y gamificar; es decir, aplicar elementos y mecánicas de los juegos en contextos de educación para aumentar la motivación y crear con los dispositivos. “Es importante cada una de esas respuestas, porque hay que tenerlas en cuenta en cada una de la decisión que podemos tomar en una universidad”, sentenció.

Empezar a cambiar 

Para reimaginar los futuros educativos, Lavandera hizo referencia a literatura reciente que apuntan en esa dirección: los  informes como EY Report; Horizon Report 2025, de Educace y EduTrends, del Instituto Tecnológico de Monterrey; autores como Fred Stopsky, Anthony Seldon, Mariano Fernández Enguita, así como la revista científica Comunicar, de la Universidad de Huelva, España.

Sobre el reporte EY, Lavandera explicó que propone varios escenarios  que deberían tomarse en cuenta: 

1. Aprendizaje gratuito. “Por primera vez en la evolución de la educación estamos en un contexto donde la universidad compite con otros organismos y con otros entes que nos brindan una capacitación muy interesante y de manera gratuita”, lo cual no ocurría hace una década. 

2. Credenciales de otros sectores, lo cual aumenta la competitividad por la legitimidad de los títulos. “Hoy en día no solamente la universidad es la dueña del qué, del cómo se aprende y de cómo lo certifico. Me puedo ir a Google a que me certifique una competencia, a que me arme una ruta de aprendizaje o me puedo ir a otro tipo de instituciones que hoy tienen valor”. 

3. Investigación separada de la enseñanza. “Hemos conocido o seguimos conociendo un binomio o un trinomio, universidad, investigación, empresa, pero hoy en día empiezan a crecer los institutos de innovación y de investigación independientes, los apps, las startups de investigación y eso es un nuevo desafío”. 

El reto, agrega la especialista, es empezar a cambiar y a transformar la educación de manera conjunta. “¿Cuál podría ser nuestro rol como universidad ante este tipo de escenario? Si tenemos credenciales que provienen de otros actores, ¿por qué no nos unimos y creamos una ruta de portafolio? El valor del portafolio hoy es inmenso, es mucho más valioso que una carrera estanca de cinco años en cuanto a acelerar el aprendizaje de ciertas competencias”, dijo. Lo mismo aplicaría para la investigación: “la tecnología, la empresa, los startup nos pueden ayudar a agilizar lo que hacemos, a crear ese contenido o conocimiento, a gestionarlo y a divulgarlo”. 

En relación con el informe Horizon Report 2025, destacó el momento de policrisis que vive el mundo. “Es la primera vez que estos panelistas internacionales (…) han considerado que estamos en un momento donde todo está cambiando, donde hay que reinventar todo y donde la crisis no es solo económica o social, sino que también es educativa, de credibilidad, es tecnológica y eso no había pasado antes”.

Tras evaluar la vigencia de las categorías del estudio, los expertos identificaron patrones que pueden anticipar escenarios para la educación superior en el corto plazo. Por ejemplo: el crecimiento que propicia la inteligencia artificial y que genera ecosistemas hiperpersonalizados y ajustados en tiempo real al ritmo de cada persona. El segundo es más bien restrictivo y tiene que ver con el control de calidad estandarizado, donde la diferencia de acceso a recursos tecnológicos hace que las brechas se agranden un poquito más. Otro es el del “colapso” y se relaciona con la necesidad de mediar y monitorear el uso de las nuevas tecnologías, como la IA, a efectos de verificar lo que es real de lo que no (solo el 15% de las universidades latinoamericanas hacen uso formal de la IA). Y el cuarto es el de transformación y refiere a las mencionadas alianzas para formar, tanto estudiantes como egresadas y personas ya empleadas, con habilidades necesarias para seguir siendo empleables. 

Lavandera hizo referencia también a otros textos, en los que autores como Fred Stopski y Anthony Seldon anticipaban, entre el 2016 y 2018, una revolución educativa en la educación, el estudiantado y las instituciones propiciada por la inteligencia artificial. Destacó también el aporte de Mariano Fernández Enguita con la llamada la quinta ola, que compara la actual transformación digital con otras revoluciones como la de la imprenta, la escritura y la de las tecnologías. Asimismo, resaltó los esfuerzos de las revistas EduTrends del Tec de Monterrey que aborda también temáticas como el aprendizaje a lo largo de la vida, tecnologías disruptivas, educación global, salud mental, o Comunicar, que estudia los nuevos lenguajes para la comunicación con las nuevas audiencias.


Puede ver la conferencia completa aquí:

Source
Victor Barrantes Calderón

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