Detectan intento de ingreso de droga camuflada en alimento
Insólito hallazgo en revisión de rutina
Una aparente visita ordinaria al Centro de Atención Institucional (CAI) de Pococí terminó revelando un intento de ingreso de droga particularmente elaborado. Oficiales de la Policía Penitenciaria detectaron 316 dosis de cocaína escondidas entre granos de arroz con leche, un método que, según informaron las autoridades, empieza a preocupar por su nivel de sofisticación y repetición.
El incidente ocurrió durante un control de rutina en el área de ingreso al penal. Los agentes identificaron irregularidades en la textura del postre y, al realizar una revisión más detallada, encontraron pequeñas cápsulas que simulaban granos de arroz, pero que contenían cocaína. La prueba química posterior confirmó la naturaleza de la sustancia.
Sospechosa quedó a disposición judicial
Visitante fue detenida en el sitio
La persona responsable de transportar el postre adulterado fue identificada como una mujer de apellido Fernández Quirós, quien fue detenida de inmediato y remitida al Ministerio Público. A ella se le podrían atribuir cargos por tráfico de drogas, delito que contempla penas de hasta 20 años de prisión, dependiendo del agravante.
Fuentes judiciales detallaron que la mujer habría intentado burlar los controles con un método que busca aprovechar la apariencia inocente del alimento, pero el personal penitenciario ya había recibido alertas internas sobre intentos similares.
Segundo caso similar en menos de un mes
Reincidencia despierta alerta institucional
Este no es un caso aislado. El Ministerio de Justicia y Paz confirmó que esta es la segunda ocasión en menos de 30 días en que se detecta cocaína camuflada en arroz con leche. El primer suceso se registró en julio pasado, en la cárcel Gerardo Rodríguez, ubicada en San Rafael de Alajuela.
Estas repeticiones han encendido las alarmas en las autoridades penitenciarias, quienes ya ordenaron un refuerzo en los protocolos de inspección de alimentos traídos por familiares y visitantes a los privados de libertad.
Autoridades advierten sobre consecuencias penales
Llamado a la responsabilidad ciudadana
El Ministerio reiteró que cualquier persona que intente ingresar estupefacientes a un centro penitenciario incurre en un delito penal grave, cuya sanción no se limita a la detención inmediata, sino que puede escalar a una condena de cárcel prolongada.
Además, se advirtió que este tipo de métodos no solo comprometen la seguridad institucional, sino que también ponen en riesgo la integridad de los propios internos, ya que el consumo de sustancias adulteradas o mal camufladas podría derivar en intoxicaciones o incidentes médicos graves.
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