Lo que debía ser una tarde tranquila en una zona rural de Turrialba se convirtió en una escena de emergencia extrema, cuando una mujer fue brutalmente agredida con un machete por su pareja sentimental. El ataque, ocurrido este jueves 17 de abril, dejó a la víctima con una herida profunda en uno de sus brazos, lo que obligó a la intervención inmediata de la Fuerza Pública.
Ante la imposibilidad de acceder rápidamente con una ambulancia por las condiciones del lugar, los oficiales no dudaron en actuar. Con lo que tenían a mano, fabricaron una camilla artesanal para poder movilizar a la mujer y brindarle atención urgente.
“Fue una situación crítica. La mujer tenía una herida muy profunda y nuestros oficiales, además de hacerle un torniquete para detener la hemorragia, la sacaron del sitio en esa camilla improvisada”, explicó Erick Calderón, director regional de la Fuerza Pública.
Este caso vuelve a encender las alarmas sobre la violencia doméstica en el país, especialmente en zonas alejadas, donde el acceso a servicios médicos y acompañamiento profesional puede tardar más de lo necesario.
Por ahora, la víctima fue trasladada a un centro médico para su valoración y recuperación, mientras que las autoridades ya iniciaron la investigación correspondiente para detener al responsable del ataque.
¿Hasta cuándo seguirán las mujeres enfrentando este tipo de violencia?
Este hecho se suma a una larga lista de casos de agresión doméstica en Costa Rica, un problema estructural que sigue cobrando víctimas pese a campañas de prevención y leyes que buscan protegerlas. El llamado de los expertos es claro: es urgente fortalecer la educación emocional, ampliar el acceso a redes de apoyo en comunidades rurales y garantizar que las denuncias sean atendidas con la celeridad necesaria.
