Este martes, el Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) informó que siete personas perdieron la vida y nueve resultaron heridas, incluyendo dos en estado crítico, tras una incursión de las fuerzas israelíes en la ciudad de Yenín, situada al norte de Cisjordania ocupada.
Entre las víctimas mortales se encuentran Aseed Jabareen, un cirujano del hospital de Yenín, quien fue atacado en las inmediaciones del centro médico; Allam Jadarat, un maestro; y un estudiante que se encontraba en una escuela. Estos detalles fueron proporcionados por Wissam Bakr, director del hospital, y citados por la agencia oficial palestina Wafa. Según la misma fuente, las fuerzas israelíes irrumpieron en el campamento de Yenín, ingresando con vehículos blindados en sus calles principales, lo que desencadenó enfrentamientos armados tanto en el campamento como en otras partes de la ciudad y en la aldea cercana de Burqin.
El Ejército de Israel declaró que estaba llevando a cabo una «operación antiterrorista» contra «hombres armados», sin ofrecer más detalles sobre el operativo. Yenín es conocida por ser un bastión de grupos armados palestinos, y las fuerzas israelíes realizan frecuentes incursiones en la zona. Estas acciones se han intensificado desde el ataque de Hamás el 7 de octubre, que ha resultado en la muerte de aproximadamente 513 palestinos en incidentes violentos con Israel, en su mayoría a manos de tropas, pero también de colonos.
Cisjordania ocupada está experimentando su peor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005). En lo que va de 2024, al menos 184 palestinos han muerto debido a acciones del ejército israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos más de una treintena de menores, según un recuento de la agencia Efe. El año 2023 cerró como el más letal en dos décadas con más de 520 muertos. En contraste, del lado israelí, han muerto en 2024 diez personas en ocho ataques palestinos, entre ellos cuatro uniformados y seis civiles, tres de los cuales eran colonos.
Este incremento en la violencia ha agravado la situación en una región ya de por sí volátil, resaltando la necesidad urgente de medidas para reducir las tensiones y proteger a los civiles.
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Redacción
