UNA Comunica – Detectan genes resistentes a antibióticos en nutrias del río Peñas Blancas

Investigadores hallan genes de resistencia a antibiótcos en las heces de nutrias y peces del río Peñas Blancas. Esto podría favorecer la propagación de “súper bacterias” resistentes a los antibióticos conocidos para humanos y animales.

 

El río Peñas Blancas, ubicado en la región norte de Costa Rica, alberga una población de nutrias neotropicales (Lontra longicaudis) que viven en el país, cuyo hábitat se ve amenazado por la fragmentación de los bosques y el cambio del uso del suelo. Además, las aguas del río reciben una carga considerable de residuos provenientes de la agricultura, la ganadería y el uso de productos farmacéuticos de las casas y otras actividades humanas.

La acumulación de estos productos en el ecosistema desencadena la aparición de genes de resistencia antimicrobiana (ARGs) en los organismos acuáticos, lo que representa un riesgo tanto para la fauna silvestre como para la salud humana.

Investigadores de la Universidad Nacional (UNA), liderados por Kinndle Blanco, del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (Iret-UNA), realizaron un estudio en la zona enfocado en los microbiomas intestinales de la nutria, y relacionaron los resultados con la contaminación acuática por antibióticos y pesticidas. 

Las nutrias neotropicales, de acuerdo con la investigadora, son depredadores tope en este ecosistema y, por lo tanto, reflejan las condiciones ambientales del río. Al consumir peces contaminados y habitar zonas expuestas a las aguas con residuos químicos, estos animales acumulan ARGs en su microbioma intestinal. 

“Confirmamos la presencia de genes de resistencia a los antibióticos en muestras de heces recolectadas entre 2019 y 2022. La metodología utilizada, que incluyó análisis de qPCR y secuenciación de ADN, reveló la presencia de genes que les permiten a las bacterias resistir a antibióticos derivados de tetraciclinas, quinolonas y sulfonamidas. Las nutrias no van a la farmacia ni se automedican. Entonces, ¿por qué están apareciendo estos genes en sus microbiomas? La explicación está en las actividades humanas y en la contaminación del agua”, detalló Blanco. 

El problema de la resistencia antimicrobiana también afecta a los peces del río porque al estar expuestos a contaminantes en el agua, también pueden incorporar ARGs en su microbioma. A su vez, estos peces son consumidos por las nutrias, lo que genera un ciclo de exposición y acumulación de resistencia antimicrobiana en la cadena alimenticia.

Sustancias como el clorpirifos, el diazinon y el imidacloprid, comúnmente usadas en la agricultura, también fueron identificadas en el agua del río Peñas Blancas. Se encontraron antibióticos como quinolonas y sulfonamidas.

Los macroinvertebrados acuáticos también son objeto de estudio como bioindicadores de la calidad del agua. Según los resultados de la investigación, la biodiversidad de macroinvertebrados disminuye significativamente en las zonas más contaminadas, lo que evidencia un deterioro en la calidad del agua y una posible alteración del equilibrio ecológico del río.

Como parte del proyecto, el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo-UNA), realizó entrevistas en fincas agropecuarias ubicadas en la subcuenca del río Peñas Blancas para conocer acerca de la gestión de desechos. Se ingresó a 20 fincas: 14 pecuarias y seis agrícolas, donde se encontraron 72 productos antimicrobianos (antibióticos, insecticidas, antiparásitos, antisépticos, herbicidas y desinfectantes) en las primeras y 21 (herbicidas, insecticidas y fungicidas) en las segundas.  

De acuerdo con Blanco, se determinó que “falta un manejo adecuado de los plaguicidas, agroquímicos y antibióticos. En este último caso, comúnmente no es considerado como contaminante por la población, lo que lleva a su uso irresponsable y eventual desecho en fuentes de agua. De hecho, muchos de los medicamentos de uso farmacéutico o veterinario son vertidos en el agua, lo que favorece la generación de resistencia en las bacterias. Esto también afecta la salud pública. Además, las aguas residuales de actividades como la ganadería no reciben tratamiento y se eliminan en el río, así como los desechos de mataderos y agroindustrias, que en la mayoría de los casos, se tiran directamente sin un tratamiento adecuado”.


Recomendaciones para fincas agrícolas

1.   Llevar registros escritos de las aplicaciones de productos (fechas, nombre del producto, razón del uso: ¿cuál plaga controló?, ¿fue preventivo?, entre otros). 

2.   No olvidar la protección necesaria a la hora de preparar o aplicar algún producto, así como tener claro la dosis recomendada a utilizar.

3.    Buscar sitios lejanos a cuerpos de agua donde lavar el equipo para la aplicación, y así no afectar a personas, recursos naturales o especies que están en las cercanías de estos sitios. 

4.   Al comprar los productos en las agroveterinaria y otros sitios, solicitar información del tratamiento de los envases vacíos y los puntos donde se puedan desechar, para no mezclarlos con los residuos municipales, quemarlos o enterrarlos en las fincas.  

5.   Almacenar agroquímicos lejos de otros productos para evitar su contaminación. 

 

Foto: Freepik

Source
UNA

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