Quizás el condimento más picante de la jornada 21 de Bundesliga se llame Niko Kovac: el oriundo de Berlín se estrena al frente del Borussia Dortmund con el cometido de salvar al equipo de la caída libre en la que se encuentra.
Su primer reto de vuelta en el banquillo será en casa contra un rival igualmente ávido de colarse en la siguiente edición de la Champions League; el Stuttgart de Sebastian Hoeneß. Aunque, si así se quiere, este choque también ofrece al Dortmund poder resarcir su abollado honor tras aquel descalabro mayúsculo 5-1 de la fecha cuatro en territorio suabo.
Un producto de la Bundesliga
Capitán de la selección de Croacia hasta su retiro internacional como futbolista en 2009, Kovac es un personaje conocido en el fútbol alemán, donde hizo casi toda su carrera como jugador (Hertha Berlín, Bayer Leverkusen, Hamburgo y Bayern Múnich). En 2013 daría el salto hasta convertirse en entrenador del combinado croata, con el cual disputaría el Mundial de Brasil 2014 sin lograr rebasar la fase de grupos.
Pero el andar de Kovac en la máxima categoría del fútbol alemán en su faceta de director técnico se hace respetar. En 2016 llegó a las “águilas” del Eintracht Frankfurt, donde fungió de salvavidas del descenso hasta convertirse en el revulsivo del club y alzarse con la Copa de Alemania. Dicho impulso lo llevaría a asumir las riendas del Bayern Múnich en abril de 2018, cuyos éxitos se enmarcan en un campeonato de liga, una Copa y una Supercopa.
Fue precisamente una goleada 5-1 ante el Eintracht lo que derivó en su cese definitivo en noviembre de 2019. Posteriormente hizo las maletas con destino al primer equipo de Mónaco donde estuvo entre 2020 y 2022 antes de su regreso a la Bundesliga, esta vez para dirigir a los “lobos verdes” de Wolfsburgo. Han pasado diez meses de inactividad y es ahora otro grande del fútbol alemán quien deposita sus esperanzas en la experiencia y trayectoria de Kovac luego de la corta estancia de Nuri Sahin pilotando al Borussia Dortmund.
El triste presente “negriamarillo”
En su primera aparición pública como timonel del Dortmund, Kovac, de 53 años, dijo entender de trabajo duro como fuente de resultados. Por ello no dudó en calificar de afortunado el nuevo desafío en la cuenca del Ruhr: “Quiero tener un equipo de sangre caliente, apasionado e intenso. Son todas características muy marcadas en esta parte del país”, afirmó a sabiendas de las exigencias del club y su necesidad por retomar el protagonismo local y europeo.
Como suele decirse cada vez que existen dos lados de una misma moneda, “hay una buena y una mala” para Kovac y su equipo, conformado por su hermano Robert y Filip Tapalovic (exinternacional croata). La mala noticia es que el Borussia marcha duodécimo de la clasificación de Bundesliga, la buena es que hay solo cuatro puntos de distancia con el cuarto puesto.
Confianza y optimismo plenos
Pese a todo, en Kovac reina el optimismo y sin disimulo aplaude el corto interinato de Mike Tullberg, quien renovó el entusiasmo del equipo tras embolsarse siete de nueve puntos en los últimos tres encuentros de cara al debut de Niko frente a Stuttgart. El equipo de Hoeneß seguramente se verá obligado a hacer cambios en su once inicial debido a las dudas sobre el estado físico de Nick Woltemade, Josha Vagnoman, Jacob Bruun Larsen y Enzo Millot.
El propio Hoeneß añade esa pizca de complicación que representa enfrentar a un equipo con nuevo entrenador, argumentando que el planteamiento del rival es más bien confuso. “Normalmente es un poco más fácil preparar un partido”, dijo Hoeneß al respecto.
Quien parece tener todo claro acerca del porqué es Kovac el indicado de emprender la resurrección del Dortmund es el director deportivo del club, Lars Ricken. En un par de líneas sin destajo, Ricken lo dice todo: “Es un hombre exitoso, fue campeón alemán, ganó la Copa Alemana y consiguió la doble corona, pero también ha sabido sacar a sus equipos de situaciones complicadas”. ¿Comenzará la era Kovac en Dortmund?
(aa)